Pasan de las 10 de la noche y decenas de personas con maletas y mochilas aguardan a unos metros del Monumento a la Revolución, sobre Avenida de la República, la cual prácticamente se ha convertido en una terminal camionera, pues cinco autobuses con destino a Oaxaca se aproximan, listos para ser abordados por los pasajeros.
Y es que al menos cuatro agrupaciones de maestros, pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se pelean el transporte hacia la capital oaxaqueña, el cual ya no es exclusivo para los profesores disidentes, si no que ahora ya es abierto a todo público.
“Aquí su boleto a Oaxaca le sale más barato. Pásele, joven, nuestros camiones sí cuentan con televisión, baño y asientos cómodos”, dice a este reportero la señora Claudia, integrante de la Taquilla Rosa, la cual, afirma, es la única que ofrece autobuses de cinco estrellas.
Al preguntársele sobre si la venta de boletos es abierta a toda persona, la responsable de la improvisada taquilla de lona ubicada a los pies del monumento que alberga los restos de los principales héroes revolucionarios, afirma que sí, y que incluso su tarifa es más baja que en las centrales de autobuses de la Ciudad de México.
“Sí, viene mucho turista, pero nosotros le damos servicio de calidad. De aquí sale entre 10 y 11 de la noche y ya está a cinco cuadras del centro de Oaxaca a las cinco de la mañana. Tenemos seguro de viajero, pantallas, y no es como el de otros compañeros que los llevan en camiones de escuela”, sostiene Claudia.
Y en efecto, los cuatro grupos de la CNTE que se dedican a la venta de boletos con destino a Oaxaca, Oaxaca, ofrece los boletos de autobús hasta 50 por ciento más baratos que las centrales camioneras del Distrito Federal, donde los precios oscilan entre los 500 y 850 pesos, dependiendo la compañía que ofrezca el servicio.
Los grupos de profesores llegan a ofrecer los boletos entre 300 y 550 pesos el viaje redondo a la capital de Oaxaca, aunque si se es profesor afín a su agrupación hacen un “descuento especial a ti y a tu familia” para ir y regresar a la Ciudad de México.
Las acciones de los integrantes del magisterio que mantienen su campamento y taquillas a unos cuantos metros del Monumento a la Revolución y que usan Avenida de la República como terminal camionera están violando los artículos ocho y 53 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal al no contar con permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para operar una central de autobuses.
Los maestros que manejan las cuatro taquillas tampoco conocen que violentan los artículos 10-A y 42-B del Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares, los que establecen los requisitos para poder manejar las terminales de autobús.
