No hay huelga de hambre, pero las mujeres de Tanivet se encuentran en el abandono: DDHPO

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No existe una huelga de hambre entre las reclusas que organizaron un connato de disturbio el pasado sábado en el penal de Tanivet, como se publicó en algunos medios de comunicación. Así lo hizo saber Juan Rodríguez Ramos, Visitador General de la Defensoría de los Derechos Humanos del pueblo de Oaxaca (DDHPO).

“A las seis mujeres que están separadas del resto de la población les preguntamos si estaban en huelga de hambre, para respetarles su derecho de estarlo si lo estaban. Nos dijeron que no, les preguntamos si querían comer, nos dijeron que si”.

Rodríguez Ramos relato que el sábado temprano la Defensoría fue informada que se había iniciado una huelga de hambre en el penal, por lo cual una visitadora de la comisión se trasladó a las once de la mañana a Tanivet para cerciorarse sobre cuáles eran las peticiones de las reclusas inconformes y descartar o confirmar una posible huelga de hambre.

Ramos contó que la visitadora estuvo en el penal hasta las dos de la tarde del sábado y que las reclusas se quejaron de que es muy poco el tiempo para sus visitas, de que la alimentación que les da el penal no es suficiente ni adecuada, de algunas cuestiones de la instalación del reclusorio y malos tratos por parte de su personal.

“Nos cercioramos que a las doce hubieran comido todas las personas recluidas, pues no existía una huelga de hambre hasta ese momento”.

El visitador comentó que personal de la DDHPO regresó a Tanivet ese mismo día y se mantuvo ahí hasta la una de la mañana, pues los problemas no pararon. Y fue después de que dicho personal se retiró del lugar cuando las autoridades de Tanivet decidieron segregar a seis de las reclusas, cuyos nombres no pudieron ser proporcionados por el Visitador ni por personal de la Defensoría, pero cuya posterior indagación señaló que estos son: Elsa Martínez, Azalia López de la Cruz, Areli Ramírez, Verónica N, Maricarmen Rentería y una reclusa más de la que falta precisar su identidad.

Rodríguez especificó además que ayer domingo la Defensoría llevó a un médico para que revisara a las reclusas y entonces ellas ampliaron su queja, por lo cual la Defensoría inició un expediente y le dictó medidas cautelares al subsecretario de reinserción social, Baldemar Pérez Canseco, para que se garanticen la integridad física y personal de las seis reclusas, así como su adecuada alimentación, espacios adecuados para su lugar de aislamiento y que se fundamente la decisión de su aislamiento o se les regrese nuevamente al patio común del reclusorio.

“Se siguen verificando la situación de las seis personas, pues se mantiene una persona de la comisión en el penal” comentó el visitador y afirmó no saber el motivo por el que las reclusas fueron segregadas pues aún hace falta que a la Defensoría llegue el acta del consejo técnico.

“Para que se dé una sanción así se requiere un reporte, con el cual el Consejo Técnico Interdisciplinario de los reclusorios sesiona para tomar una decisión, se analiza la conducta, le deben dar derecho de audiencia a la persona acusada, y con base a eso toman la decisión”.

Explicó Ramos y aseguró que la Defensoría mantuvo ya pláticas con diversas internas, custodias y personal en general del penal para poder integrar el debido expediente sobre el hecho.

Sobre la nueva directora del penal, Ángela Itzel Torres Lozada, con poco más de seis días en el cargo, el visitador contó que las reclusas pidieron que esta cesara en sus malos tratos.

“No es solo en el penal de Tanivet, sino es todo el sistema penitenciario el que coexiste en condiciones precarias y no existe el suficiente presupuesto para una vida más digna y decorosa de los penales”.

“Se les da veinte pesos al día para alimentación de presos del fuero común y cuarenta o cincuenta para los del fuero federal”.

Respecto al reclusorio femenil de Tanivet, el visitador también señaló que a las mujeres que en el subsisten se les abandona en la cárcel después de su proceso penal.

“En Ixcotel hay que ver las filas de las mujeres que van a ver a sus esposos, caso contrario en Tanivet en la que sus esposos pocas veces van a verlas” reflexionó Ramos y contó que las mismas reclusas cuentan que son pocas las visitas que de familiares reciben y que a esto hay que sumarle el hecho de que muchas de ellas son originarias de distintos puntos del estado, algunos de ellos lejanos y muy aislados.

Ramos afirmó que las recomendaciones de la Defensoría no se siguen ni se cumplen por parte de las autoridades penitenciarias del estado y que las exigencias de las reclusas para que sus hijos estén con ellas, “es un tema difícil”, pues hay que analizar si los derechos de los niños no se ven traspasados con esta decisión.

“Debemos valorar si es adecuado que los niños crezcan en un centro de readaptación social”, concluyó el Visitador General de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.