Museo de Arte Moderno inaugura tres exposiciones

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Pintura, escultura y dibujo son las técnicas que se incluyen en las exposiciones “Silencio, rumor, grito”, “Estudio de trazo” y “Estío”, que esta noche serán inauguradas en el Museo de Arte Moderno (MAM), en esta capital.

Durante un recorrido para medios, Octavio Avendaño, curador del espacio museístico, comentó que “Silencio, rumor y grito” hace una revisión desde una perspectiva de género, a fin de examinar la composición de la colección que resguarda el museo en términos de la presentación de artistas mujeres.

Con una selección de 41 piezas abstractas, el planteamiento curatorial es fruto de la propia historia del MAM, fundado en 1964, explicó.

“La muestra está planteada como un recorrido de las estrategias y los códigos abstractos que aún siguen vigentes”, dijo, al tiempo que recordó que fue la artista de la lente Maka Strauss, de madre mexicana y padre ruso, quien apenas instalada en México inauguró en 1955 una exposición individual de sus pinturas abstractas en la Galería Excélsior, dando paso a las exhibiciones de mujeres en México.

Al fundarse el MAM, en 1964, el arte abstracto contó con firme apoyo institucional, lo cual no dejó de causar controversia entre los artistas y adeptos de la Escuela Mexicana de Pintura, refirió Avendaño.

El curador explicó que si bien no existió como tal un movimiento abstracto en México, un considerable número de sus artistas dedicó serias investigaciones a este campo.

La exposición, señaló, constituye una reflexión recompositiva acerca del acervo que resguarda el MAM, en el sentido en que sugiere una lectura crítica de su naturaleza misma, al distinguir a un grupo de creadoras mexicanas y extranjeras que exploraron los vocabularios de la abstracción, entre ellas la argentina María Martorell, la brasileña Fayga Ostrower, la venezolana Mercedes Pardo y la colombiana Fanny Sanín.

Bajo la curaduría de Graciela Kasep, “Estudio de trazo” es también una revisión que se enfoca a este medio que, a la par de otros, evolucionó conceptual y formalmente a partir de las primeras décadas del siglo XX.

A decir de Kasep, el trazo se expandió y las fronteras que lo delimitan se relajaron, por lo que ahora se valora más como obra autónoma, que como boceto preparatorio.

El dibujar, indicó, ha estado atado a la técnica de diferentes maneras, desde ser instrumento de aprendizaje en las academias hasta concebirse como una expresión de posibilidades infinitas a la que las vanguardias y el posmodernismo le otorgaron un sustento variado y una definición más abierta.

Parte de esta evolución, agregó, ha sucedido a partir de la concepción del trazo mismo, es decir, desde la línea de grafito sobre papel hasta un tratamiento más conceptual, cuestión que puede percibirse en esta exposición de 55 obras.

Además de la revisión del acervo, se rastrearon las exposiciones de dibujo que se han montado en el Museo desde su apertura, con el fin de identificar cómo se han percibido y exhibido.

“La colección acusa cierta ausencia de la producción en dibujo de las últimas décadas. De ahí el interés por establecer un diálogo con artistas de diferentes generaciones que lo trabajan desde formatos y concepciones disímbolos”, dijo Kasep.

Por lo que hace a “Estío”, se informó que presenta el trabajo de artistas de la talla de Frida Kahlo, Diego Rivera, Rufino Tamayo y Juan Soriano, entre otros creadores.

Como anticipo de la gran exposición conmemorativa de su 50 aniversario, en septiembre próximo, y para abrir la temporada veraniega, se exhiben algunas de las pinturas que evocan las atmósferas del estío, tal y como lo hizo el tabasqueño Carlos Pellicer en uno de sus memorables poemas.

De artistas de la Escuela Mexicana de 1920 a 1940, del Surrealismo, de la Ruptura de 1960 y de grupos de los años 1970, son las obras que se presentan en esta muestra, en la que también se hace una revisión del acervo del MAM.