“Mi temor, no haber cumplido como madre”: Elodia Aquino

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Su día a día es arriesgar la vida. Es elemento de la Policía Municipal en Oaxaca de Juárez, es originaria de Cuilapan de Guerrero y desde hace algunos años tuvo que asumir su responsabilidad como mujer, madre y servidor público.

La muerte de su esposo la llevó a buscar la manera de cómo sacar adelante a su familia, tres varones y una mujer; el mismo oficio que en un momento desempeñó su marido la adoptó. Hoy es policía segundo y no ceja en su objetivo de alcanzar un rango más dentro de su actividad.

Elodia tiene 45 años de edad, 12 de ellos dedicados a buscar la seguridad entre la población oaxaqueña y reconoce tiempos difíciles, como lo fue el 2006 y que ocho años después el elemento uniformado comienza nuevamente a recuperar la confianza de la ciudadanía.

“Mi actividad es operativa, desde llegar a pasar lista, recibir servicio…” pero más allá considera que es mucho más difícil el tener que competir en una actividad donde siempre han prevalecido los hombres.

“Vaya es difícil, porque no es muy aceptado, más cuando se tiene un rango; es difícil porque estamos acostumbrados a que quien siempre manda es el hombre… sin duda cuesta trabajo; pero hombres y mujeres tenemos la misma capacidad para realizar esta actividad…”

Enfundada en el uniforme azul, con un chaleco antibalas que soporta un radio portátil, así como una gorra con la insignia de la corporación, Elodia no esconde sus temores, como tampoco las huellas que le ha dejado ésta difícil actividad.

Bajo la ceja, en el párpado del ojo derecho, tiene esas huellas, una herida que tuvo que recibir nueve puntadas, consecuencia de una persecución contra el delito, ponen de manifiesto que esta actividad es de riesgo.

Como lo señaló, la adoptó después de haber convivido con una persona que fue militar, policía, agente ministerial y que murió en un accidente en el trabajo. La necesidad de sacar adelante a sus cuatro hijos la llevó a buscar la estabilidad económica e ingresar como elemento de la Policía Municipal en noviembre del 2002.

“Nos han tocado vivir momentos difíciles, nos tocó el conflicto del 2006, son situaciones que nos costó mucho recuperar la confianza de la ciudadanía, ha sido un trabajo al doble…”

Reconoce que en su trabajo no hay momento para sentir temor, como todo ser humano tiene miedo, pero nunca se piensa en ello y para quienes están en la calle enfrentándose a la delincuencia, a lo malos ciudadanos, el miedo es “no regresar a nuestra casa”.

Aun con este riesgo por 12 años su familia, sus cuatro hijos, han sabido darle el respeto a su actividad y por ello la apoyan.

“Soy viuda y madre de José Manuel, Oscar Antonio, Abel Gelasio e Isabel Adriana, quien es la menor y cuenta a la fecha con 17 años”.

Para ella, como otras mujeres, el 10 de Mayo tiene un significado especial, Elodia, por surte estará “franca”, su actividad de este le dará la oportunidad de descansar y estar con su familia en esta fecha.

“El sentimiento para uno, como en mi caso, es no haber tenido una familia estable, no haberle dedicado el tiempo necesario a los hijos, tuvimos que dividir días entre la familia y el trabajo… Me tocó enfrentarlo sola, pero lo mejor que buscamos es la comunicación entre todos”.

¿Es difícil compartir con los hijos…?

Jamás se ha de comparar la figura paterna con la materna… tenemos que hacer las cosas bien y como se les he dicho a cada momento a mis hijos, dependemos de nosotros mismos.

“¿Por qué me quede sola? es un grito desesperado que siempre he llevado, pero hoy creo lo hemos superado…”

Su actividad como policía no la aparta, dice, de estar pendiente de todo, es difícil y sacrificar el único descanso es mucho más complicado: “no sólo como policía te lo digo, sino que es algo que comparto con todas las madres trabajadoras”.

Sus trece años compartiendo su soledad de madre con sus cuatro hijos la hace cada vez más fuerte, a pesar que el salario que le pagan por arriesgar su vida es bajo.

A sus 43 años… la policía, la madre de familia se engalla y dice: “Hay Elodia para rato, más ahora que tres de mis hijos ya dependen por si solos… mi pequeña es la única que me preocupa… pero hay tiempo para dedicarlo al trabajo”.

Elodia no es el único caso, ella reconoce que dentro de la corporación, como en otras actividades hay muchas madres solteras, separas, viudas, que buscan una forma de solventar esa estabilidad económica que tanto se requiere y una forma de sobre salir en el ámbito laboral.

¿Cuál es tú temor como madre de familia?

-Sin duda haber fallado como madre, que mis hijos tomen un camino equivocado; decir que falle porque no supe compartir con ellos sus éxitos y fracasos, que como madre también son míos.