En comparecencia, la infanta Cristina se desliga de los negocios de su esposo

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La infanta Cristina, hija menor del rey de España, tomó distancias, según un abogado, con las actividades fraudulentas atribuidas a su marido, Iñaki Urdangarin, ante el juez que la interrogaba este sábado en el marco de un escándalo que sacudió a lamonarquía.

Cristina de Borbón, el primer miembro de la Casa Real que se sienta en el banquillo, declara por su participación a medias con Urdangarin en la sociedad Aizoon, a la que se sospecha que el yerno del Rey desvió parte de los fondos públicos con los que supuestamente se enriqueció de forma ilícita.

Con una actitud serena y tranquila, la infanta respondió a la mayoría de las preguntas del juez con evasivas, dijo a periodistas Manuel Delgado, abogado dela acusación popular del Frente Cívico presente en el interrogatorio.

No está contestando prácticamente a nada. No sabe no contesta y no se sale del guión que teníamos esperado”, dijo en un receso de la sesión.

El juez José Castro busca determinar si Cristina, séptima en la sucesión al trono de España, cooperó en las presuntas actividades delictivas de Urdangarin, sospechoso junto a un ex socio de malversar 6.1 millones de euros (8.3 millones de dólares) entre 2004 y 2006 mediante una sociedad sin ánimo de lucro denominada Instituto Nóos.

El 95% de las respuestas que da son evasivas”, declaró Delgado.

Castro está haciendo preguntas muy rigurosas a la infanta, imputada por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capitales, pero ella está serena y tranquila y bien preparada, agregó.

La infanta intenta no reconocer hechos que la comprometan”, subrayó.

Está ejerciendo su derecho a no decir una verdad que la comprometa”, alegando simplemente que tenía mucha confianza en su marido, precisó.

Alejados del tribunal por un cordón policial, un grupo de manifestantes, que enarbolaban la bandera republicana roja, amarilla y morada, se había congregado con pancartas en las que podía leerse “Sangre real = justicia irreal” o “La ley es igual para todos”.

Para nosotros el juez Castro es uno de los grandes de España. Es el único que está haciendo justicia para los españoles”, decía Andrés Rodríguez, un conductor de autobús de 35 años.

Corona ‘abollada’

La Casa Real ha tratado de distanciarse de la pareja, que no interviene en actos públicos desde octubre de 2011, pero el goteo de las revelaciones en una instrucción judicial que ya dura más de tres años y el accidente sufrido por el Rey en una cacería en Botswana en 2012 – tras el cual ha sido operado en varias ocasiones de ambas caderas – han perjudicado notablemente la imagen de la institución.

La popularidad del Rey – muy apreciado durante décadas por su papel en la transición a la democracia – se encuentra en mínimos, y una mayoría de españoles, según los sondeos, quiere que abdique en su hijo el príncipe Felipe, una posibilidad descartada por la Casa Real.

Tras meses de trabajo, Castro imputó a la infanta el 7 de enero en un detallado auto de 227 páginas que cayó como una bomba: protegida durante mucho tiempo pero ahora cercada por los escándalos, la monarquía española descubrió que ya no es intocable.

El caso Nóos ha sido un problema enorme para la monarquía desde el principio. Lo que ocurre es que, al centrarse en la figura de la infanta, el daño se incrementa”, explicaba Ana Romero, periodista del diario El Mundo.

En mayo el fiscal anticorrupción, Pedro Horrach, había logrado anular una primera imputación de la infanta por tráfico de influencias.

Fue entonces cuando el juez se orientó hacia las sospechas de delito fiscal y blanqueo, que Cristina habría cometido a través de Aizóon, una sociedad que detenta al 50% con Urdangarin, y cuya caja supuestamente habría ingresado alrededor de un millón de euros del dinero público desviado.

La contabilidad de Aizóon puso al descubierto gastos para la renovación de la lujosa residencia familiar en Barcelona por valor de 436 mil 703.87 euros, o gastos privados por 262 mil 120.87 euros, que Castro recogió en un auto lleno de referencias a facturas sospechosas.

Tras la comparecencia de este sábado, debería cerrar rápidamente la instrucción y decidir si se abre juicio y contra quiénes.