En uno de los casos más cruentos de violencia sexual y familiar registrados en la región de la Cuenca del Papaloapan, la Fiscalía de Oaxaca (FGEO) informó la detención de A.G.R. y J.R.A., padrastro y madre de una joven que denunció haber sido víctima de violación continuada desde la infancia.
Los presuntos agresores fueron capturados tras un operativo conjunto con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Según la denuncia presentada por la joven en mayo de este año, los abusos comenzaron cuando tenía apenas cuatro años. Durante años vivió en silencio bajo amenazas, y cuando se atrevió a contarle a su madre, no solo no fue protegida, sino que fue revictimizada por la incredulidad y omisión. La madre no sólo ignoró los señalamientos, sino que —según la carpeta de investigación— participó en el encubrimiento del delito.
El ciclo de violencia se agravó con un embarazo producto de las agresiones. El hecho más atroz: la bebé nacida de esa violación fue registrada legalmente como hija del padrastro y de la madre, quitándole a la víctima el derecho incluso a reconocerse como madre. Un acto que refleja el grado de despojo y violencia estructural ejercida contra ella.
A pesar de los años transcurridos, la denuncia interpuesta en mayo fue clave para activar el proceso legal. La FGEO destacó que las investigaciones se llevaron a cabo con perspectiva de género, lo que permitió reunir los elementos suficientes para que un juez librara las órdenes de aprehensión.




















