Alfredo Martínez de Aguilar
El inédito proceso de selección de candidata (o) presidencial opositor de la inicial alianza Va por México avanzó con la definición paritaria de cuatro seleccionados, dos mujeres y dos hombres.
El Comité Organizador informó que Santiago Creel Miranda, Enrique de la Madrid Cordero, Xóchitl Gálvez Ruiz y Beatriz Paredes Rangel, por orden alfabético, cumplieron con todos los requisitos.
Santiago Creel con 358 mil 735, Enrique de la Madrid 344 mil 729, Xóchitl Gálvez 554 mil 699 y Beatriz Paredes con 451 mil 934, por lo que Xóchitl puntea rumbo al Frente Amplio por México.
No menos importante es destacar que con las 288 mil 90 firmas de Silvano Aureoles, Miguel Mancera 195 mil 575 y Francisco Javier Cabeza de Vaca 195 mil 548, suman 2 millones 130, 110.
Esta última cantidad de ciudadanos que firmaron en apoyo de los participantes de su preferencia no es menor y deja entrever el creciente interés de los mexicanos por este ejercicio democrático.
Esta sui géneris elecciones primarias deja trascendentes lecciones de vida ante todo la legitimidad y credibilidad en la selección de candidata (o) presidencial opositor por la participación ciudadana.
Es de reconocer que ello es resultado de la actitud inteligente, madura y civilizada de apertura de los partidos políticos PAN, PRI, PRD, al despertar de la ciudadanía mexicana, harta de imposiciones.
Determinantes las marchas masivas de la Marea Rosa aterrizadas nacional e internacionalmente a convocatoria de Poder Ciudadano y Frente Cívico Nacional en Unid@s, en la primavera mexicana.
La selección de candidata (o) presidencial opositor ensombrece a México por el crimen de Fernando Villavicencio, candidato presidencial en Ecuador, presuntamente por el Cartel de Sinaloa.
Luchaba contra la corrupción y la defensa de los derechos ciudadanos. Su campaña presidencial proponía mejorar la economía, fortalecer la educación y brindar mejores oportunidades a todos los ecuatorianos.
Preocupante por desgracia las coincidencias con México, alta polarización y altos niveles de criminalidad. Sería altamente irresponsable descuidar la seguridad de los candidatos en México.
Urge que el Comité Organizador del Frente Amplio por México pida al INE y al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador seguridad a todos los participantes, así como de Morena.
La democracia en América Latina está nuevamente de luto. El saldo de la ejecución arrojó nueve heridos, entre ellos una candidata a asambleísta y dos policías, que no pudieron evitar el ataque.
Villavicencio, acérrimo detractor del izquierdista expresidente Rafael Correa, se movilizaba con protección policial ante amenazas del capo del Cártel de Sinaloa, Adolfo “Fito” Macías Villamar.
Una de las primeras obras que impulsaría apenas asumiera el mando sería crear una cárcel especial de altísima seguridad para trasladar a Fito y a otros capos del narcotráfico, sicarios y otros criminales.
Hay similitudes con la ejecución del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana. Le acompañaban los oaxaqueños, José Murat, Mario Luis Fuentes Alcalá y Othón Cortés.
Presuntamente en la delegación de la Procuraduría General de la República en Tijuana, el probable asesino, José Antonio Sánchez Ortega, agente del CISEN, fue cambiado por Mario Aburto Martínez.
En Ecuador, uno de los probables sicarios, sospechoso de la ejecución de Fernando Villavicencio, candidato presidencial, fue asesinado dentro de la Unidad de Flagrancias de la Fiscalía de Quito.
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