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Dánae Ernolt Ochoa es una joven de 24 años de edad creadora de muñecas tradicionales de tela cuya intención es revalorizar la diversidad cultural de su estado natal, Oaxaca, donde habitan 19 de las 68 etnias del país.
Dánae nombró Malacatera a su marca como un homenaje a las mujeres mixtecas de Jamiltepec que habitan en la costa oaxaqueña.
Las hay de piel negra, media y clara y todo va de acuerdo a la vestimenta y al colorido de cada etnia.
“Cuidamos todos los detalles, no se trata de una producción en serie, sino es personalizada”, explica la joven, quien señala que para confeccionar cada muñeca tarda de uno a dos días y para el vestuario entre tres a cinco días.
Comprar una muñeca Malacatera es llevarse un pedazo de Oaxaca, dice Dánae, quien junto con su madre Claudia Ochoa y sus abuelos Arturo Ochoa y Teresa García, dedican más de 15 horas de su vida para realizar cada una de ellas.
Cada trazo se elabora primero en papel para después trasladarlo a la tela, y aunque son parecidas porque todas llevan trenzas, cada una lleva un toque único.
Dánae y su familia han elaborado más de 100 muñecas en un año, tiempo de vida que lleva este negocio que ha llegado al continente europeo.
Las muñecas están dentro de una caja con la leyenda: “Esta muñeca te representa a ti, y a todas las niñas de las diferentes comunidades”. Se distribuyen de forma física en dos locales ubicados en la ciudad de Oaxaca y en línea.
“Quisimos hacer una producción que revalorice lo nuestro, que las niñas que compren nuestras muñecas conozcan la historia e identidad de Oaxaca”.
Añadió que dentro de la caja hay un tutorial para que las niñas y niños aprendan más sobre la cultura de la muñeca que compraron.
Los atuendos de Huautla de Jiménez y el Istmo de Tehuantepec son los más solicitados, al igual que la edición especial de los danzantes.
“Me siento satisfecha de que lo que estudié ahora tenga un fin revalorizador y de conservar una cultura”, dijo.
