La Jornada
El cáncer es una de las principales causas de muerte entre niños y adolescentes en todo el mundo, cada año se registran en el orbe unos 300 mil casos nuevos, siendo entre los cuatro y nueve años el rango de edad con mayor incidencia, según estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El cáncer infantil representa 5 por ciento de todos los tumores malignos que se desarrollan en niños y adolescentes de 0 a 19 años en el mundo.
Los tipos más comunes son la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos, como el neuroblastoma y el tumor de Wilms, detalla un informe reciente del organismo internacional.
El 15 de febrero ha sido declarado como el Día Internacional del Cáncer Infantil, instituido desde 2001 en Luxemburgo. Al menos 151 organizaciones de ayuda a niños con cáncer en 90 países realizan al año campañas a favor del mejoramiento de las condiciones de soporte y cuidado.
La conmemoración de este día tiene como objetivo principal sensibilizar y concientizar a la comunidad respecto a la importancia de la problemática, además de resaltar la necesidad de que todos los infantes puedan acceder al diagnóstico y tratamiento adecuado.
En los países desarrollados, más de 80 por ciento de los niños afectados de cáncer se curan; en los de ingresos medianos y bajos la tasa de curación es de apenas 20 por ciento, detalló la OMS.
Reconoce que no es sencillo prevenir o detectar el padecimiento pero se debe fomentar la inspección oportuna para dar un tratamiento eficaz.
La mayoría de los cánceres infantiles se pueden curar con medicamentos genéricos y con otros tratamientos, como la cirugía y la radioterapia, puntualiza el informe.
El cáncer comienza con cambios genéticos en una sola célula que después se multiplica sin control. En muchos tipos, este comportamiento da lugar a una masa (o tumor). Si no se trata, la afección por lo general se extiende, invade otras partes del cuerpo y resulta mortal.
A diferencia del cáncer en adultos, la inmensa mayoría de este mal en los niños no tiene una causa conocida, asegura el informe.
Aproximadamente 10 por ciento de los niños que padecen cáncer tienen una predisposición genética, por lo que la OMS considera necesaria la investigación para identificar los factores que inciden en el desarrollo del cáncer.
Se puede mejorar significativamente la vida de los niños con cáncer si se detecta a tiempo y se evitan los retrasos, pues el tratamiento es vital, concluye el informe.