Compras de último momento para la cena de Navidad

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La Jornada

La víspera de la Nochebuena, mercados, tiendas de autoservicio, plazas comerciales y distintos establecimientos tuvieron llenos totales por las compras para la cena del 24 de diciembre y regalos de última hora.

No importaba si eran media docena de cajas de galletas comerciales al lado de un enorme rollo de papel navideño o botes de chocolates junto a la crema, la piña en almíbar, los paquetes de espagueti, aceitunas o carnes frías, los carritos del súper formaban largas filas aún con más de 20 cajas registradoras abiertas y un ejército de personas de la tercera edad empacando.

Muchos llevaban un listado interminable por cumplir en esta época: Ya no hay albahaca ni pimienta gorda, lamentaba un señor hincado frente al anaquel de las especias, mientras sostenía con una mano la lista y el teléfono celular pegado a la oreja y con la otra seguía hurgando entre los frascos.

En la fila, una cajera le explica a una clienta que le puede cobrar toda su mercancía con los vales que le ofrece, excepto la botella de tequila, que está al final de la banda que mueve los productos. La señora respira hondo, se mueve incómoda y guarda silencio un momento y saca de su monedero 285 pesos para completar la cuenta.

En los mercados, las aglomeraciones eran semejantes, pero aquí los clientes vienen por manzanas amarillas para la ensalada, que van desde 25 a 40 pesos dependiendo del tamaño. Pero el anfitrión principal de la mayoría de los puestos son los romeritos, que si vienen con más basurita se pueden encontrar desde 15 pesos o hasta 30 si ya están  bien limpios.

A diferencia de otros años, los precios de los productos más demandados, como el jitomate o la fruta para el ponche, entre otros, no registraron incrementos mayores, conservando el precio del último trimestre del año.

Mientras los visitantes esquivan las hileras de personas que se acumulan en los pasillos, se prende el altavoz, que recuerda a los locatarios del mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, que debido a los recientes incendios, uno mayor en el mercado de San Cosme, no pueden tener plástico o cartón encima de sus puestos. Hay un momento de silencio, pero la vendimia continúa.