En México, 178 mil 310 personas viven con VIH y Sida

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La Jornada

En el Día Mundial del Sida, que se conmemora hoy, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) instó a los gobiernos federal y estatales a fortalecer la importancia del trabajo comunitario desarrollado por personas y organizaciones civiles cuya experiencia y esfuerzos van dirigidos a portadores del VIH.

Además, llamó a las instituciones públicas que integran el sector salud a garantizar la entrega oportuna e ininterrumpida de los medicamentos antirretrovirales a quienes lo requieren.

En un comunicado, la CNDH destacó que al último reporte del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el SIDA y la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, en México se han notificado 210 mil 104 casos de sida de 1983 al segundo trimestre de 2019.

Para el 11 de noviembre de este año se contaba ya con 178 mil 310 casos de personas que actualmente viven con VIH y sida: 87 mil 232 con VIH y 91 mil 78 con Sida.

“Tan solo a la mitad de este año, se presentaron un total de 13 mil 876 nuevos casos”, señaló.

La comisión resaltó que en conjunto sociedad y gobierno “podemos lograr la reducción de estas cifras y garantizar la protección de los derechos” de las personas portadoras del virus.

Expuso que en el contexto de esta conmemoración, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el SIDA (ONUSIDA) lanzó como lema para el 2019 “Las comunidades marcan la diferencia” como un llamado a los gobiernos a reforzar y promover las aportaciones que realizan las comunidades de personas que viven con el VIH, grupos de población clave, así como mujeres y jóvenes que lideran y apoyan la prestación de servicios, defienden los derechos humanos y proporcionan diversos tipos de apoyo, como un pilar en la respuesta a la epidemia.

Además, considera que las comunidades son la mejor forma de llegar a las personas con VIH, pero actualmente los recursos internacionales destinados a las organizaciones lideradas por la comunidad son cada vez menores, y los mecanismos nacionales de financiación a menudo resultan insuficientes.

En este contexto -añadió-, se reitera la necesidad de medidas y lineamientos para que las organizaciones de la sociedad civil implementen proyectos de prevención, detección y acompañamiento, poniendo en el centro de la respuesta del VIH a los derechos humanos, con un enfoque de interculturalidad, salud integral y perspectiva de género.

Reconocer el trabajo que realizan las personas y organizaciones con amplia experiencia en el tema, “sin duda permitiría alcanzar mejores resultados en las acciones dirigidas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible instaurados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo”.

En particular -continuó-, el objetivo el denominado “Salud y Bienestar” que busca erradicar la epidemia para 2030 y la estrategia “90-90-90” emprendida por ONUSIDA con metas globales para 2020 y 2030 establecidas para que el 90 por ciento de las personas con VIH conozca su diagnóstico, a su vez, que el 90 por ciento de éstas reciban tratamiento antirretroviral y que el 90 por ciento logre la supresión viral.