La Jornada
El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que su gobierno no estigmatiza a los periodistas, “no los veo como enemigos sino como adversarios”. Sin embargo, dijo que en tiempos de las “benditas redes sociales” ha cambiado el contexto en el que solamente unos cuantos conductores o periodistas dominaban la llamada opinión pública.
Durante la conferencia matutina, representantes de una misión internacional de organizaciones defensoras de derechos de los periodistas, alertaron sobre los riesgos de ejercer este oficio en México y preguntaron al mandatario si se comprometía a no estigmatizar a periodistas para no alentar más agresiones contra la prensa.
El presidente dijo que no era necesario asumir un compromiso de no usar lenguaje estigmatizador a los periodistas porque sencillamente, aseguró, no lo utiliza.
“Yo quiero estigmatizar a la corrupción, no a los periodistas” dijo López Obrador y agregó que en México todos los grupos de interés tienen presencia en los medios de comunicación. Dijo que en las relaciones con el poder se limitaron a periodistas como José Gutiérrez Vivo o Carmen Aristegui.
“Ahora hay cambios, libertades plenas, los que tenían el poder se dedicaron a prostituir todo, incluido al periodismo”. Pero “nunca jamás en el tiempo que llevamos luchando hemos afectado a un periodista, ni lo haríamos, por cuestión de principios, de convicciones”, señaló el mandatario.
A repetidos cuestionamientos sobre el uso de lenguaje despectivo contra periodistas, López Obrador rechazó que haya incurrido en esa práctica.
Dijo que la frase de que los periodistas “muerden la mano que les quitó el bozal” (atribuida a Gustavo A. Madero) la dijo en un contexto de referencias al periodo del porfiriato.
Descartó que en la actualidad se mantengan prácticas de espionaje a los periodistas mediante el uso del sistema Pegasus. Asimismo manifestó que no se escatimarán recursos para mantener mecanismos de protección de periodistas.
