Lidera México la industria del tatuaje en Latinoamérica

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Forbes

Ciudad de México. En México cerca de 12 millones de personas están tatuadas, estima el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Eso coloca al país como el número uno en América Latina, con ingresos, para los dedicados a esta actividad, superiores a 450 millones de dólares (mdd), según la consultora Ibis World. Por una imagen de hasta cuatro centímetros, los mexicanos pagan el equivalente a 35 e incluso 100 dólares.

Estados Unidos es uno de los paraísos globales para los dibujantes de la piel, con una industria valuada en 1,600 mdd.

Organizaciones mexicanas de tatuadores calculan que la cifra de dibujantes se habría duplicado en la última década, para llegar a poco más de 6,000 en la actualidad, pero reconocen también que éstas son sólo estimaciones, pues no existe un padrón oficial.

El incremento lo atribuyen a que los tabúes respecto de los tatuajes se han ido relajando, dicen tatuadores consultados por Forbes México, pero también al crecimiento de las redes sociales, como Instagram, que les permiten presentar al mundo su quehacer.

“Hay cada vez más una valoración positiva sobre este trabajo”, dice Luis Quintero, tatuador desde hace 20 años. El auge viene acompañado de una amplia variedad de estilos, desde tradicionales hasta de nueva escuela. Presentamos a cinco destacados exponentes.

Pedro Álvarez

Estilo: Reinterpretación de temas prehispánicos.

Edad: 45 años | Tiempo en la industria: 25 años.

Instagram: @neoazteca | Seguidores: 13,200.

Pedro es pionero del tatuaje en México. Explica que comenzó en tiempos en los que la policía detenía en las calles a las personas tatuadas. Su estilo es la reinterpretación de los temas prehispánicos; en su trazo son recurrentes los Caballeros Águila o deidades como Quetzalcóatl.

Costo: 4,000 pesos por sesión de trabajo.

Laura Anunnaki

Estilo: Glittery New School.

Edad: 24 años | Experiencia: 4 años.

Instagram: @lauraanunnaki | Seguidores: 374,000.

Pese a su juventud, Laura es una de las favoritas de los seguidores de la escena actual. Su trabajo la ha llevado a España, Francia, Portugal, Finlandia, Taiwán, China y Japón (este último país es de los que más han influido en su estilo).

Costo: 9,000 pesos por sesión de trabajo.

Anibal Pantoja

Estilo: Tatuaje de autor.

Edad: 40 años | Experiencia: 8 años.

Instagram: @anibalpantoja | Seguidores: 37,400.

Aníbal comenzó en la ilustración y el diseño gráfico, pero, hace poco más de ocho años, cambió al tatuaje. Fundó el estudio Gallonegro, donde recibe clientes y enseña el oficio a nuevos talentos.

Costo: 1,500 pesos / tatuaje de 2 centímetros.

Fher Val

Estilo: Tatuaje de autor.

Edad: 27 años | Experiencia: 3 años.

Instagram: @fherval | Seguidores: 65,400.

Fher también saltó de la ilustración al tatuaje, luego de que los seguidores que ya tenía como diseñadora empezaran a tatuarse su obra. Entre sus íconos más representativos están los corazones adornados con flores.

Entre 2,500 y 5,000 pesos por tatuaje.

Luis Quintero

Estilo: Fine Line.

Edad: 41 años | Experiencia: 20 años.

Instagram: @luiskin1 | Seguidores: 22,000.

Luis comenzó a tatuarse antes de los 20 años. Con amigos construyó, en aquel tiempo, una máquina “hechiza” con el fin de iniciarse como tatuador. Hoy es un consagrado que tomó el camino de los dibujos de línea fina, en su mayoría pequeños pero muy detallados.

Costo: 2,000 pesos tatauje pequeño.

Little Misfortune, jocoso juego que rompe tabúes

Aunque no hay fecha de salida confirmada, se espera que llegue al mercado en algún punto del año, estando disponible para Windows, PlayStation 4, Xbox One, y Nintendo Switch.

Cuando los videojuegos se masificaron en la cultura popular, estaban anclados al mundo infantil, por lo cual aquellos con temáticas adultas se volvieron controversiales. Esto llevó a la clasificación de los videojuegos por edad recomendada —igual que las películas—, que por mucho tiempo fue un factor que determinaba las decisiones creativas que tomaban los estudios de desarrollo, así como los publishers que invertían millones en estos productos. Sin embargo, conforme las siguientes generaciones fueron creciendo con los videojuegos, y los modelos de creación y distribución de éstos se hicieron más accesibles para los estudios pequeños, y hoy en día el panorama es más diverso que nunca.

Uno de los mejores ejemplos de juegos que difícilmente podrían haber existido hace veinte años es Little Misfortune, el segundo título del estudio sueco Killmonday Games, que se centra una pequeña de 8 años que sigue las instrucciones de una misteriosa voz en su cabeza que la manda en un viaje hacia lo oculto, en busca de la Felicidad Eterna.

Killmonday Games está compuesto por Natalia e Isak Martinsson, una pareja de Estocolmo que comenzó a trabajar en un su primer juego en 2012, el cual lograron financiar mediante crowfunding. Fran Bow, su primera creación, se convirtió en un hit de culto entre los fanáticos de los juegos point and click, sobre todo por el sombrío e imaginativo tono con el que representaban a una chica con problemas de salud mental. Ahora Killmonday Games está instalado en un pequeño pueblo llamado Hedemora, donde están dando los toques finales a su segundo juego, Little Misfortune, del cual esta semana liberaron una versión demo pública y gratuita, que ha demostrado el potencial para convertirse en uno de los títulos más memorables de todo 2019. Éstas son mis impresiones del demo.

El demo disponible de Little Misfortune dura apenas 30 minutos, si se explora a detalle. El juego es una historia interactiva ubicada en el mismo universo que Fran Bow, aunque no haya alguna conexión aparente aún. Lo primero que notamos es que estamos en un mundo caricaturesco y visualmente adorable, que parece salido de un libro de cuentos para niños, con colores brillantes y amables, y personajes lindos y de ojos grandes. Sin embargo, la historia comienza en otra dimensión, donde vemos que la muerte (o algún ente de apariencia igual de siniestra) manda a un zorro hacia nuestro mundo a través de un portal, con una misión que podemos presumir es perversa.

Después pasamos a conocer a nuestra protagonista, Misfortune Ramírez Hernández, una peculiar niña de ocho años que vive con su disfuncional familia en el marginado pueblito de Openfields, que parece los Estados Unidos rural. Nuestra interfaz con el juego es la voz del narrador, que lo primero que nos dice es “Ella es Misfortune, una maravillosa niña en una familia no tan maravillosa. Hoy es el día en que morirá.” Esto nos lleva inmediatamente al primer conflicto, ya que Misfortune puede escuchar al narrador, y al cuestionarlo sobre lo que dijo de su muerte, él únicamente evade la pregunta. Aunque el narrador realmente no está en el mundo del juego, Misfortune asume que es sólo una voz en su cabeza, por lo que decide llamarlo Mr. Voice.

El narrador entonces explica que estamos en una especie de juego, a lo que ella accede, ya que el premio es la Felicidad Eterna, con letras mayúsculas. La pequeña niña, piensa que será un buen regalo para su mamá, por lo que emprende la aventura donde deberá hacer todo lo que Mr. Voice le pida.

El esquema de controles es bastante básico, podemos movernos e interactuar con ciertos objetos; hay una gran cantidad de elementos sobre los cuales aparecerá el símbolo de un ojo, lo que significa que podemos activar un diálogo entre los personajes acerca de ello. De esta forma es que vamos entendiendo el mundo que nos rodea, y conociendo la disparatada y sórdida historia de Little Misfortune. Ella nos cuenta que su madre pasa todo el día bebiendo, pero que cuando crezca quiere también ser una alcohólica; su padre es abusivo y violento, ya que golpea a su madre y a ella; su pequeña vecina mató por accidente a sus papás con un arma de fuego; y el zorro mágico que vimos al principio se encuentra rondando la casa de Misfortune, pero ella se ha enamorado de él, lo cual la hace cuestionarse sobre la moralidad de las relaciones entre distintas especies. Además de todos esto, cuando Misfortune hace el pacto con Mr. Voice, ella comienza a tener visiones de su mundo transformándose en el infierno, a lo cual el narrador la convence de que es sólo su imaginación.

El juego es una historia interactiva que nos presenta decisiones que más adelante tendrán consecuencias para el desenlace. Definitivamente el elemento más llamativo de Little Misfortune es el exagerado contraste entre su bello e infantil estilo visual con la oscura temática de la historia, sobre todo porque incluso en otros medios masivos, como el cine, los niños siguen siendo un tabú para hablar de violencia y muerte.

De cierta forma, Little Misfortune me recordó bastante a Night at the Woods, que también toca temas delicados usando adorables caricaturas; sin embargo, ese juego es mucho más moderado —incluso velado— en su tono, y sus personajes son todos adultos jóvenes.

Aunque es bastante corto, este demo tiene muchísimo que decir y demostrar acerca de un juego que casi nadie tenía en su radar. Sólo fueron necesarios unos minutos de haberlo jugado para que Little Misfortune se convirtiera en uno de los títulos que más espero de este año. No sólo es increíblemente original y divertido, sino que está escrito de una forma sofisticada, su arte y animaciones son hermosos, e incluso las actuaciones de voz son intensas. Aunque no hay fecha de salida confirmada, se espera que llegue al mercado en algún punto del año, estando disponible para Windows, PlayStation 4, Xbox One, y Nintendo Switch. Definitivamente, será uno de los videojuegos más memorables de todo 2019.