La Jornada.
Ciudad de México. Restos humanos de una decena de personas, entrelazados en una espiral hace unos dos mil 500 años, fue descubierta por investigadoras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en las cercanías del centro de Tlalpan.
El hallazgo registrado a metro y medio bajo el sitio que ocupó el oratorio, es el primer entierro con tal cantidad de individuos reportado para el periodo Preclásico en el sitio de una de las primeras aldeas en la Cuenca de México, terrenos actuales de la Universidad Pontificia de México (UPM), según comunicado.
Los trabajos de investigación sobre el asentamiento tan temprano, al oriente de Cuicuilco cuando éste iniciaba su crecimiento, con ocupación confirmada de unos cinco siglos en el llamado periodo Formativo Medio y Tardío, entre las fases Zacatenco (700-400 aC) y Ticomán (400-200 aC), están a cargo de la arqueóloga Jimena Rivera Escamilla.
Luego de cinco meses de tareas de salvamento en el lugar, el equipo ha localizado más de 20 fosas troncocónicas (con forma de tronco de cono), seis con entierros individuales, en su mayoría de adultos. La experta destacó los círculos perfectos que lograban quienes excavaban estas fosas, logrando diámetros de un metro 20 o un metro cincuenta, hasta de un metro 80 a dos metros 30.
Se hallaron cajetes, cuencos, ollas y tecomates, miniaturas y grandes como ofrendas. A algunos de los restos les colocaron esferas cerámicas y piedras en las manos.
