Joven tseltal no podrá recoger premio porque EU negó la visa; fui discriminado por ser indígena

0
249

Animal Político.- Mariano Gómez es un joven tseltal, tiene 23 años, es profesor de primaria y ganó un premio por conectar a internet a su comunidad, en medio de la Selva Lacandona. Pero no lo podrá recoger, ya que la ceremonia será en Los Ángeles, California, y la embajada de Estados Unidos le negó la visa por ser pobre e indígena.

Mario ganó un reconocimiento por parte de Internet Society (ISOC) por haber instalado una red inalámbrica de internet e intranet, con la que dio conectividad y acceso a la información a toda su comunidad, San Martín Abasolo, en el municipio de Ocosingo, Chiapas.

Mariano es uno de los “25 menores de 25” que serán reconocidos por hacer de internet una herramienta de transformación social. El reconocimiento será entregado este martes 19 de septiembre en Los Ángeles, California.

A través de una carta, el profesor expresó su frustración por haber tenido que pagar 160 dólares para comenzar el trámite y viajar 16 horas en autobús hasta la Ciudad de México, para que al final le negaran la visa de turista, lo que calificó como un acto de discriminación, por la explicación que le dieron.

“En primera, no lograron identificar la dirección de mi casa, esto debido a que vivo en una comunidad indígena en la cual las calles no tienen nombres; la segunda: no tengo cuentas bancarias con mucho dinero que demuestren que tengo un estatus económico alto, lo cual en ese modelo de mundo, ‘el que no tiene dinero no vale’.

“El tercero: soy un joven de una comunidad marginada, del cual mi región es considerada como uno de los puntos donde más migrantes viajan a los Estados Unidos de manera ilegal (en donde muchos mueren en el intento). Incluso cuando fue la entrevista me preguntaron si hablaba dos lenguas. Con orgullo respondí que sí, que mi lengua materna es el tseltal, descendiente de la lengua maya y la segunda el español”, explicó en su carta.

Mariano aseguró que su caso es un ejemplo de la realidad que viven miles de indígenas y no indígenas que pasan por lo mismo.

“Es el reflejo de una sociedad con estereotipos en la cual ser parte de un pueblo indígena es considerado como alguien inferior, en la cual no tener una cuenta bancaria y grandes recursos económicos es el sinónimo de nada. El racismo es claramente visible, la sociedad clasificada por el color de piel, lengua, religión y estatus económico para definir un modelo de mundo. Más en estos tiempos que piensan dividirnos entre muros”, expresó.

El joven chiapaneco solicitó que el gasto que se iba a emplear en su traslado a Los Ángeles sea donado al Colectivo Ik’ta K’op, del cual es miembro, para utilizarlo en un servidor apropiado que beneficie la conexión en su comunidad.