“Plomo”, el perrito de doña Bernarda que sorteó el sismo en Oaxaca

0
208

Proceso.

Ciudad de México. En un callejón de la Sección Séptima, un antiguo sector popular de esta ciudad, está echado Plomo un viejo mestizo de color mirlo.

Su dueña, una señora de nombre Bernarda, no quiere mostrar las cuarteaduras de su casa, ni los caídos de su edificación como la mayoría de sus vecinos. No tiene interés en pedir despensas o alguna clase de ayuda, excepto, para Plomo que ahí echado, levanta su patita como posando ante la cámara.

Desde el pasado 8 de septiembre, la ayuda y asistencia para los habitantes del Istmo de Tehuantepec son insuficientes. Por todas partes, los campamentos improvisados por vecinos que se resisten a abandonar sus pertenencias abarcan las calles sin poder ingresar a sus viviendas, dañadas a punto de colapsar o colapsadas desde hace una semana.

Mucho menos hay algún tipo de atención para mascotas y animales, no se ha instalado ningún centro veterinario y no pueden ir a los campamentos como sus amos que, como doña Bernarda, se resisten a abandonarlos.