Tres nuevas leyes en una 62 Legislatura que ya está corriendo a su final

0
291

Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Tres nuevas leyes se aprobaron en la sesión de ayer de la 62 Legislatura Local, las tres con sabor a allanarle los caminos a la siguiente 63 legislatura, y sobre todo al próximo gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa.

Apenas iniciando la sesión ordinaria se propuso y se aprobó  de un solo trancazo para la próxima legislatura una modificación a la Ley Orgánica del Congreso sobre el número mínimo de legisladores para poder formar una fracción legislativa, que de dos la votaron a cinco legisladores, lo cual a partidos de escaños minoritarios para la próxima 63 legislatura, como por ejemplo el Partido del Trabajo quien solo contará  con tres diputados, prácticamente los dejará fuera de cualquier acción legislativa, regalándolos a las decisiones e intereses de los tres partidos políticos que formarán la Junta de Coordinación Política de la siguiente legislatura, PRI, MORENA y PRD.

También se aprobó mediante modificaciones a la Constitución una ley de irreductibilidad presupuestal que de alguna forma le resta independencia económica del ejecutivo a la siguiente legislatura, lo cual puede llevar a que el método de pagar a un legislador por voto a favor o voto en contra se convierta en una práctica del tipo moneda de cambio.

Y finalmente la tercera ley aprobada, ya muy anunciada por los integrantes de la actual Junta de Coordinación Política, fue el de quitarle al Congreso del estado la facultad de nombrar a los administradores municipales que terminan gobernando comunidades con graves conflictos postelectorales que se rigen por “usos y costumbres”, y regresársela al futuro gobernador de Oaxaca.

Todo esto con una ley indígena esperando el sueño de los justos para subir a ser votada en el pleno legislativo,  y con el derecho en claras vías de ser expugnable de  los pueblos indígenas de decidir con autonomía sobre sus territorios y comunidades.

Al respecto y contra el dictamen aprobado, la panista Alejandra García Morlán presentó una contra iniciativa, proponiendo que tal como lo marca la Constitución mexicana sean los Consejos Municipales los que rijan los destinos de comunidades en conflicto y no los administradores municipales, de cuya figura la diputada recordó que ni siquiera se encuentra contemplada en ley federal o estatal alguna.

De espaldas a los pueblos indígenas y sensibles a las afectaciones de los empresarios oaxaqueños, los diputados aprobaron también exhortar a los Gobiernos Federal y Estatal para que se exente de impuestos sobre la renta, impuesto al valor agregado, entre otros a comerciantes, hoteleros y restauranteros afectados durante el movimiento magisterial que se vive en el Estado, a fin de que los mismos puedan cumplir con el pago de salarios de sus trabajadores.

El punto de acuerdo del perredista Jaime Bolaños Cacho (muy activo en la sesión de ayer, autor también de la iniciativa con proyecto de decreto del cupo mínimo por fracción legislativa que se convirtió en ley) fue respaldado por el legislador panista y también hotelero Sergio Bello Guerra, quienes sobre el mismo tema, habían precedidos por Ericel Gómez Nucamendi, diputado del Partido Movimiento Ciudadano quien minutos antes había presentado un Punto de Acuerdo para omitir el impuesto sobre nómina a las empresas, a fin de ayudar a superar la crisis económica generada por el conflicto social que hoy concentra a Oaxaca.

Al unísono la fracción priista del Congreso se hizo una con la propuesta, al grito de aquí “todos, todos se suman”, convocando a que el exhorto (nada más, no una ley como lo aclaró desde su curul la ya mencionada García Morlán) fuera liberado  por obvia y urgente resolución (cuatro palabras que parece serán una constante en las últimas semanas de esta 62 legislatura).

Un legislador por ahí soltó que como beneficio para los empresarios oaxaqueños en tiempo de bloqueos diarios, la Federación debería de implementar veinte mil empleos, petición que en algunos de sus colegas causo risa o de plano absoluta indiferencia.

Por su parte el también priísta Gustavo Díaz Sánchez, “el Gato”,  pidió que el Punto de Acuerdo aplicable a este sector también contemplara a la “mano de obra”,  dijo que “los trabajadores son encargados de las actividades primarias y por ello tenemos que garantizar que su economía no sea afectada por esa situación”. A lo que la ya mencionada Morlan apuntó que esta petición deberá extenderse a la totalidad de quienes integran el sector turístico, incluyendo a las y los trabajadores que en muchas ocasiones viven de las propinas.

La priísta Martha Alicia Escamilla subió a tribuna para pedir que el estacionamiento de varios niveles, cercano al auditorio Guelaguetza, puesto ya en marcha por el gobierno estatal sea auditado.

Refiriéndose después a la lastimosa percha del puente peatonal recién inaugurado que comunica al estacionamiento con el auditorio, donde las varillas han sido contenidas con cinta de aislar, y su figura en general luce cien por ciento chueca, a lo que las instancias estatales encargadas de construirlo ya salieron a decir que esto está fríamente calculado, pues esa facha de serpiente arrastrándose es con la finalidad de que la gente en silla de ruedas agarre mejor las curvas.

Explicación con la que tampoco estuvo de acuerdo la panista Leslie Jiménez Valencia , quien subió a tribuna para exigir una explicación de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA) llamando al puente-meme , un “monumento a la corrupción”.

Lo cual, en vista de que la diputada estaba cuestionando una acción realizada por un gobierno emanado de su propio partido político, despertó la ovación de los diputados priistas que despidieron a Jiménez con vítores dignas de una estrella musical.

La sesión terminó entre una serie de votaciones rápidas del pleno para aprobar o dejar a un lado más de una treintena de dictámenes presentados por las distintas comisiones legislativas, (desechadas las dos presentadas por la comisión de cultura, cuyo presidente Rafael Arellanes curiosamente votó en contra de las tres leyes promulgadas el día de ayer).

Las votaciones fueron rápidas, no así el entendimiento de los diputados que las conformaron, en el que más de uno trató de abundar sobre que dictamen estaban votando, a lo que el presidente de la mesa directiva del Congreso, Adolfo Toledo Infanzón, les hizo ver que el dictamen del que estaban hablando ya había pasado dos votaciones atrás.