Gasolina, carreteras bloqueadas, psicosis. Oaxaca en el son del caos

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Por Rodrigo Islas Brito

En Oaxaca la psicosis sube y sube y también sube la desgracia. Tan solo en la ciudad capital compras de pánico ante un rumorado desabasto de gasolina se han traducido en caos vial y peregrinajes completos de automóviles y automovilistas afuera de las gasolineras haciendo filas eternas para hacerse unos litros del vital combustible.

“A este pasó calculo que unos cuatro días nos quedaremos sin un litro de gasolina”, dice Carlos Parra, taxista desde hace cinco años, quien asegura que lo único que pudo comprar fue un bidón con cinco litros de gasolina, que ni aun así cree que le alcance.

Se le pregunta si no está siendo alarmista con su comentario, que el son del pánico no es recomendable en momentos de crisis.  Parra responde que la crisis ya está aquí, que no es invención de nadie.

Enumera que los bloqueos carreteros que los maestros y maestras oaxaqueñas de la CNTE no solo están logrando no dejar pasar a los elementos de la policía federal que pueden venir a enfrentarlos ante su rechazo de la Reforma Educativa y su exigencia de renegociar sus términos con un gobierno federal que se niega a hacerlo, sino que además está encapsulando a la ciudad de Oaxaca y a sus habitantes “en un capullo”.

“Con la carretera bloqueada en el Istmo también está  cerrado el paso a la Refinería que hay en Salina Cruz. Con la carretera a México cerrada en Nochixtlan, se cierra el paso a las gasolineras que vienen después. Nos están sitiando”.

De lo compartido por Parra se consulta a otros taxistas quienes repiten palabras más, palabras menos, las mimas cosas. Todos comentan que también se han abastecido de gasolina y que esto les ha hecho desembolsar cantidades de dinero, gracias a las cuales ya ni siquiera les han podido pasar la cuenta del día a sus patrones.

“Si los maestros y el gobierno quieren reventar Oaxaca, lo van a lograr. Esto no aguanta más de una semana”.

Dice el también taxista Eric Jaramillo, en base a sus años como taxista calcula que las gasolineras de la ciudad de Oaxaca dejaran de tener gasolina a más tardar en tres días , un  día menos que lo calculado por Parra.

Otros taxistas hablan de cinco o seis días, ninguno baja de esa cantidad. Jaramillo dice que al decir esto no es porque busque aterrorizar a la gente, pero que “el futuro no se puede predecir, pero si  calcular”.

“Esto ya pasó el año pasado, cuando los maestros bloquearon en las elecciones la planta de PEMEX y nos dejaron sin gas por una semana”.

El taxista habla de que cuando ya no haya gasolina habrá que aplicar lo que se hizo el año pasado, cuando ante la falta de combustible hubo que acudir a marcas de combustible de caña, el cual tiene que ser correctamente mezclado con otras sustancias, de manera que no termine con la vida del motor.

Para ejemplo cita que hoy decenas de pasajeros se quedaron varados en la terminal del ADO, con sus viajes a Puebla, Ciudad de México, San Cristóbal de las Casas  y Huatulco suspendidos.

Por su lado, el taxista Parra reflexiona que “esto ya no tiene para atrás. Lo que viene, va a llegar”.