Espiritualidad en tiempos sin espíritu

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Por Rodrigo Islas Brito

Nancy Canalizo ha visitado a lo largo de más de quince años lo mismo sinagogas, mezquitas, iglesias católicas, que cualquier otro lugar que la pueda llevar a contactar con la divinidad como quiera que la nombren.

En entrevista habla sobre WESAK, festividad para la tradición budista ibérica celebrada el pasado 21 de abril y que por primera vez en este año se llevó a cabo en tierras oaxaqueñas. Antes, Canalizo habla sobre los distintos caminos que significan una sola y complicada palabra: espiritualidad

“Espiritualidad no es que te vayas a tomar verde a una montaña y te quedes ahí encerrado y aislado. Espiritualidad es salir y convivir con el otro, se trata de ser compasivos primero contigo mismo y ya luego con los demás. De no ser personas reactivas sino proactivas”.

“El otro seguramente me va a picar para detonar mis puntos de neurosis y que yo estalle”, la conocedora espiritual habla entonces sobre la espiritualidad en movimiento, y pone el ejemplo de Thich Nhat Hanh, monje budista, quien con grupos de veinte personas empezó a recorrer las calles de Nueva York bajo una meditación constante.

“Bendiciendo mi camino a cada persona que veo” resume Nancy sobre la finalidad del ejercicio, hablando después de danzas de paz para tiempos duros, asegurando que hoy el mundo es muy diverso y existen por lo tanto muchas formas de nombrar a Dios y a la espiritualidad

De si los tiempos violentos e inciertos que hoy corren son momentos difíciles para la espiritualidad, Canalizo puntualiza que esta es necesaria para cualquier momento

“No solo para momentos de crisis, sino también para cuando hay momentos de gozo en los que hay que dar gracias”

“Es bien fácil decir, Dios gracias cuando estas tirado en una playa. Pero tienes que pensar que este puede ser un buen día para ti aunque allá afuera haya una guerra”.

“Se trata de decir gracias, porque de ese momento difícil que te parece imposible puedes sacar un aprendizaje”.

Aunque pueda resultar difícil esta última noción para aquellas y aquellos a los que la espiritualidad les importa un comino, Nancy asegura que para el ánimo y la mente un ser humano debe tener en todo momento un auténtico esfuerzo de introspección

“Aunque suene a cliché, es importante conocerse a uno mismo, de esa manera uno se puede autocontrolar. Es bondad amorosa y no herir. Ser más tolerantes con las imperfecciones tuyas y de los otros”.

De regreso al tema WESAK, la entrevistada comenta que la leyenda que dio pie a la celebración fue una leyenda en la cual Buda y Jesús se encontraron un día y quedaron de acuerdo en bendecir a la tierra

“Eso pasa durante ocho minutos y se realiza en una montaña muy alta en el Tibet” apunta Nancy, comentando que para los seres terrenales el pasado 21 de abril fue un día que se celebró meditando

“De doce a doce cuarenta de la noche En los primeros ocho minutos se recibe esa apertura cósmica, esa bendición que Buda da para cualquier ser viviente en este planeta”.

Explica Nancy con toda la convicción, asegurando para poder recibir esta bendición los seres humanos necesitamos soltar lo que nos está estorbando.

“Son prácticas de perdón, de perdonarte a ti mismo y a las personas que están a tu alrededor”.

Del primer WESAK oaxaqueño, Nancy cuenta que se llevó a cabo en un hotel localizado en la colonia de San Felipe del Agua, donde se dio una charla sobre la celebración, con previos ejercicios de veinte minutos para preparar el cuerpo y recibir de manera llana la energía

“No todos tenemos el mismo nivel de recepción, es un proceso, algunos reciben un guataje de cinco otros de diez. Si pongo a alguien debajo de una cascada y no sabe cómo sortear las aguas, el torrente lo va a hundir. Se trata de tener el cuerpo para recibir y para soltar”.

El WESAK oaxaqueños fue organizado por la Fundación de Salvación Pranica de México, a lo que Nancy aclara que prana es una palabra medica que significa energía.

“El aire, la luz, lo que respiramos”

Nancy Canalizo pareciera estar meditando mientras dice todo esto. Del escepticismo que pueden suscitar sus descripciones, la entrevistada finaliza justo al centro.

“Que la gente no crea lo que digo, mejor que en algún momento vaya, pruebe y experimente todo aquello de lo que estoy hablando”.