El Telepresidente es un líder cosmético: Villamil

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“La llegada de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia nacional del PRI está indicando que los viejos grupos priístas quieren salvarse de la caída de Telepresidente y salvar su red de poder”.

Jenaro Villamil, periodista del semanario Proceso estuvo en Oaxaca en la FILO 2015 y habló sobre como el Partido Revolucionario Institucional perdió un millón de votos en esta elecciones federales de mitad de sexenio, pero que aun así no salieron tan afectados como ellos calculaban.

“Calculo que vendrá un desprendimiento cada vez mayor hacia el interior grupo del presidente Enrique Peña Nieto y el grupo Atlacomulco, en la media en el que este no remonte en popularidad”.

Villamil considera que Peña y su grupo siguen pensando que basta con maquillar cualquier escollo, convirtiéndolo todo un liderazgo cosmético.

“Han creado un liderazgo de fantasía y de montaje, que la gente es tonta y lo va a aceptar sin chistar. Así que en lugar de resolver los problemas que se vayan presentando  lo que hacen es tratar de maquillarlos”.

“Peña Nieto está muy nervioso. Lo peor de un autoritario débil es cuando intenta hacer desplantes de autoridad. Es torpe e ineficaz en tiempos que ya no son los de Gustavo Díaz Ordaz”.

El reportero sostiene que el 2016 es mucho más importante para saber que va a pasar con un presidente caído en términos de credibilidad, que el 2018, año del final del mandato peñanietista.

“Hay que ver quien de las fuerzas al interior del PRI va a imponer a la mayoría de los candidatos para el año próximo, si del grupo de Beltrones o del grupo de Peña Nieto”.  

Insiste que lo ideal es que en México existiera el mecanismo de renovación de mandato, con mecanismos constitucionales e institucionales claros.

“Para no aguantar a un presidente malo. O aplicar ese pensamiento mágico del mexicano, de  estar pensando que se enferme o que renuncie Peña Nieto, o que llegue el  huracán Patricia y se lo lleve”.

A propósito del pasado huracán, el más potente de toda la historia degradado rápidamente a depresión tropical, dice  que se trata de un fenómeno que fue toda una estrategia de inducción de miedo. “Si lo hacen a nivel global, lo pueden hacer a nivel personal”.

Afirma que el semanario Proceso siempre ha estado entrenado desde la época de Julio Scherer, a contragolpe del poder político. Con casi cuarenta años de una revista a la que no le daban ni cinco años de existencia.

“El problema hoy de Proceso es el de todos los medios, ¿cómo le hacemos con las audiencias digitales? ¿Cómo llegar a lectores jóvenes, como hacemos una información que vaya más allá de las coyunturas? ¿Cómo mantenerse como un medio critico?”.

Dice que han existido amenazas nada veladas del gobierno federal hacia el semanario, el cual se sostiene económicamente en el tiraje de su circulación nacional.

Como periodista Villamil considera importante no meterse en terrenos en los que el poder político o lo
s poderes salvajes te puedan afectar. “No meterte como si fuera una disputa personal. Denunciar no a nivel de meterse en la parte familiar”.

“Tienes que tener un código de ética de ciertas batallas. Eso sí, no debes dejar de publicar, si difundes mas, el costo de un ataque es mayor para ellos (los poderes fácticos) Les encareces la posibilidad de que te dañen a ti y a personas que dependan de ti”.

Asegura que debido a esto y en una decisión personal, no tiene hijos. Pues ya se metió al carril  del periodismo crítico como una decisión de vida.

 “Es distinto tener precauciones que tener miedo. Debes saber exactamente con quien te metes, no publicar lo que no puedas sustentar. A veces lo que publico es el diez por ciento de lo que se”.

“Hay periodistas de mi generación o de otras generaciones ya mayores que de repente están descubriendo la libertad”.

Sobre un respaldo de Proceso a Andrés Manuel López Obrador  en su nueva campaña por la presidencia de la República para el 2018, Villamil afirma que Proceso ha recibido tres grandes golpes de AMLO.

“Al Peje tampoco le gusta mucho la prensa critica. Proceso no se afilia a una geografía política ni es de derecha , ni es de izquierda.

“Yo puedo ser más simpatizante de las causas de izquierda, lo cual no significa que la revista sea de izquierda y menos partidista”.

“No creo que ni el Peje ni Proceso se vean mutuamente como aliados o parte de un proyecto electoral”.

Villamil mira por otra parte una “gran decepción frente al gobierno de la alternancia en Oaxaca. Se esperaba mucho más, que no solo fuera un cambio de partido sino de actitudes y de políticas”.

Sobre el caso del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) y su construcción en el Cerro del Fortín, el cual terminó por no hacerse (del todo) frente a la férrea oposición de un sector de la sociedad civil, Villamil opina.

“En Oaxaca hay una sociedad civil organizada, a lo mejor no masiva. Que le pone resistencia a cualquier acto de abuso y de intolerancia frente a la demanda ciudadana”.  

“Creo que en Oaxaca no se cumplió con la promesa de transición hacia una verdadera democracia en Oaxaca La coalición que llevo al actual gobierno al poder  tiene una corresponsabilidad frente a esto”.

 “Se demuestra que no basta un cambio de personas y colores, sino cambias y transformas las reglas de juego del poder frente a la sociedad”.

Dice que el pintor Francisco Toledo se ha convertido muy a pesar de él, en un vocero de la sociedad civil, con un “liderazgo cívico que no obedece a un interés partidista ni empresarial, ni de reflectores, ni de dinero”.

“Lo que está haciendo es asumir lo que su propia celebridad le está permitiendo, dándole cause a las demandas ciudadanas”.

En la segunda parte de esta conversación con la prensa oaxaqueña, Villamil recuerda que el conflicto de la APPO en el 2006 inició meses antes cuando Toledo se opuso a la remodelación del zócalo de Oaxaca.

“Ahí empezó a mostrarse una ciudadanía interesada en defender su espacio público. La cual es una sociedad que no va estar siempre agachada”.

De vuelta al tema de Andrés López Obrador, dice que si este gana en el 2018, Proceso seguirá siendo critico  e incomodo con su gobierno, pues eso es el periodismo.

“Es lo que tampoco el PAN entendió cuando fue gobierno. Lo que no entiende el poderoso es que tus señalamientos no los haces a nivel personal , no es porque te caiga mal el Peje o porque te caiga mal Vicente Fox”.

“Si dejas de hacer tu trabajo como medio estas dejando de cumplir una función par la cual estas en ese mercado”.