47 años del filtro monero de Rogelio Naranjo

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“Por una razón o por otra, descubres que estas ante un gobierno que ya no es vigente, que no sirve para nada. Que nada mas administra para que le toque a ellos, que es un fracaso total”.

A sus  78 años Rogelio Naranjo todavía tiene mucha verdad que ofrecer. En la primera conferencia de prensa de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2015, que antecede al homenaje a las tres exposiciones que de su trabajo se presentaran, el legendario caricaturista político del semanario Proceso dice que no se siente perseguido ni en peligro por realizar su trabajo.

“Nuestro trabajo no es buscar que nos den una garrotiza en la calle. Hay una responsabilidad en lo que hacemos, en decir las cosas lo mejor posible sin perder los estribos. Con un doble sentido que vaya más allá de lo que normalmente se dice en un periódico”.

El premio nacional de periodismo de 1977 afirma que la persecución a los moneros se dio “en los tiempos de José Guadalupe Posadas”.

“El tiempo de las madrizas  y los golpes (para los caricaturistas) creo que ya se acabó”.

“En lo personal no quiero ganarme una golpiza, ni que me persigan y me asusten. Pero ese riesgo siempre es permanente”.

Pese a que pueda pensarse lo contrario Naranjo afirma que nunca le ha interesado “acercarse al toro” que para él la manera más razonable e inteligente es permanecer a cierta distancia de los poderosos que caricaturiza.

“En Veracruz  la represión no se ha terminado, siguen habiendo muertos. Con ese gobernador gordo  que todo lo niega, y ¿cuántos muertos lleva?”.

Naranjo se refiere al mandatario veracruzano Javier Duarte. Se le pide su opinión sobre que el asesinato del fotoperiodista,  Rubén Espinoza (perseguido por el gobierno duertista), la activista Nadia Vera y tres mujeres más sea ahora tipificado por la Procuraduría General  de la República como un posibles asunto de drogas.

“Sinceramente, ya le he perdido la pista a tanta verdad histórica”.

El veterano monero es llamado por su colega oaxaqueño  Darío Castillejos como “un referente importantísimo para entender la lucha por la libertad de expresión en México.

Como “un intérprete entre los que no tienen voy y los que no quieren oír”.

Naranjo sonríe con el detalle y habla sobre Funerales preventivos, el libro que al alimón ha realizado con el escritor Juan Villoro.

“No nos hemos propuesto hacer una mancuerna para apoyarnos el uno en el otro. No es fácil son dos lenguajes diferentes. Aprendí mucho al respecto cuando era ilustrador oficial de Carlos Monsivais”.

De vuelta a la política mexicana el caricaturista dice sobre el actual gobierno de Enrique Peña Nieto  que de este “ya sabemos su trayectoria, de donde viene y hacia dónde va”.

Recuerda que alguna vez al presidente José López Portillo le preguntaron a que se debía a que en su sexenio no había buenos caricaturistas priistas, que estuvieran participando en un movimiento de humorismo nuevo y comprometido.

“De lado oficial, López Portillo, aceptó que no existía uno con un mínimo talento”.

Dice que al presidente  al que mas difícil le ha resultado caricaturizar es a Enrique Peña Nieto , pero que hacer un mono de Carlos Salinas de Gortari era una felicidad.

“Me salía muy fácil. Y creo que a todo mundo”.

Reconoce en la obra de los moneros tapatíos Jis y Trino una fuente que admirar, pues ambos “han estado en un estilo de dibujo que no es venenoso como el mío.  Se van al regocijo, al disfrute de perder la ecuanimidad. Hacen cosas muy chistosas y hasta atrevidas”.

Reconoce también una gran calidad en los dibujos de José Hernández. “Que son muy muy agresivos y además inteligentes”.

Sobre la frase que hace un tiempo su colega y contemporáneo Eduardo del Río “Rius”, expresara respecto a que la matanza de principios de este año acontecida en Francia (donde un comando extremista islámico masacró a doce caricaturistas de Charlie Hebdo acusándolos de ridiculizar a su religión y a su profeta Mahoma) era “el Ayotzinapa de los moneros”, Naranjo declaró no estar de acuerdo.

“Lo de Ayotzinapa es una de esa cosas que enfurece a cualquier persona con sentido común, un  montón de jovencitos sacrificados por nada. Lo otro (lo de Charlie Hebdo) tiene rasgos de lo que es la intolerancia religiosa islámica, yo no intentaría mezclar una cosa con otra, aunque las dos cosas son abominables”.

“Es relativamente más grave lo que hicieron en México. Aunque sigue sin gustarme esa religión tan agresiva de los países árabes”.

En lo referente a su proceso creativo Naranjo declara que “desde que como empecé, a como le seguí, a como acabe, ha sido diferente”. 

“Yo intento todavía seguir dibujando. Tengo problemas ya muy graves de la vista. Me doy cuenta de que a lo mejor ya me empiezo a despedir del dibujo”. 

Con una mano derecha que no deja de temblarle, el alguna vez colaborador de El Universal, prosigue: 

“El proceso degenerativo va avanzando cada vez más rápido y acabara en la ceguera. Le tengo terror a quedarme ciego”.

El monero con  47 años de trayectoria, desnudando  y evidenciando poderes que se quieren absolutos y políticos corruptos para los que la promesa es puro trámite, narra que hoy recibe inyecciones bajo los parpados que le mejoran por poco tiempo la visión.

“No sé en que vaya a acabar, mis posibilidades de mejorar están terminando. Pero la mala leche, esa nunca se me va a quitar”.