El brindis del 15 de septiembre, que encabeza el presidente de la República en Palacio Nacional tras el Grito de Independencia, no se llevará a cabo, decidió el mandatario Enrique Peña Nieto.
Para Presidencia, al acercarse el primer aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, no existen las condiciones para el tradicional convite con la élite del país.
A la comilona asisten cada año alrededor de mil invitados, entre los que se destacan los empresarios más acaudalados, los políticos más influyentes, los deportistas más destacados, y los actores y actrices más afamados de la televisión.
Este año el mandatario únicamente saldrá al balcón central, acompañado de su esposa Angélica Rivera e hijos, para lanzar vivas a los héroes que nos dieron patria.
De hecho, en los dos primeros años, Peña Nieto no se ha quedado a convivir con los invitados, congregados en el Patio Central de Palacio Nacional, porque ha tenido que atender las eventualidades provocadas por los huracanes.
En 2013, la catástrofe provocada por de Ingrid y Manuel motivaron su retiro de la cena en Palacio Nacional.
Al siguiente año, el jefe del Ejecutivo, al igual que en su primer año, dio el tradicional Grito de Independencia, pero tampoco se quedó al brindis para mantenerse atento a los destrozos de Odile al norte del país.
El antecedente más inmediato de la suspensión de una cena del 15 de septiembre data de 2008, cuando el expresidente Felipe Calderónbajó, con el rostro desencajado, para anunciar los granadazos enMorelia y despedirse de sus invitados, los cuales no se quedaron a departir.
Este año, el presidente Peña Nieto únicamente cumplirá con el tradicional ceremonial previo al Grito.
Arribará al patio de honor del Palacio Nacional poco antes de las 11 de la noche, subirá por los 53 escalones de la escalera alfombrada que lo lleva hasta la Galería de los Presidentes y destino final al despacho presidencial.
Allí se colocará la Banda Presidencial en el pecho, cruzará el Salón de Acuerdos y la biblioteca, para ingresar al Salón Azul.
Luego cruzará los salones Verde, Morado, Embajadores y Recepciones, donde una escolta de cadetes del Heroico Colegio Militar le entregará la Bandera Nacional.
Posteriormente, saldrá al balcón central del Palacio que da al Zócalo, donde lo aguardarán, se prevé, una multitud para dar el tradicional Grito, celebración que fundó, como hoy se realiza, Porfirio Díaz.
En 1847, con la intervención de Estados Unidos, se suspendió cualquier celebración relacionada con la fiesta de independencia en el país. Ése año, la bandera de las barras y las estrellas ondeó en Palacio Nacional.
