México, D. F.- En el restaurante “Cantina María Bonita”, del Hotel Camino Real de Polanco en esta capital, del 7 al 24 de mayo, se lleva a cabo el “Festival Gastronómico de Oaxaca”, el cual tiene por objeto dimensionar a nivel internacional el tradicional sabor de la cocina oaxaqueña, tesoro invaluable de la cultura gastronómica del sur de la República Mexicana.
Durante la inauguración, el representante del Gobierno del Estado de Oaxaca en el D.F, Hugo Félix Clímaco, señaló que el festival reviste singular importancia por el prestigio que antecede a este restaurante de cocina mexicana a donde acuden visitantes nacionales y extranjeros que vienen a la Ciudad de México por negocios y placer, además de quienes ya conocen su sazón. “En consecuencia, que brille la cocina oaxaqueña aquí es un valor adicional a la excelencia en la atención a sus huéspedes y comensales”, dijo.
Ante medios de comunicación especializados en gastronomía, el funcionario invitó al público capitalino a visitar Oaxaca el próximo verano y disfrutar de las fiestas de Guelaguetza de los Lunes del Cerro, así como aprovechar para visitar alguna región del estado que los recibirá con los brazos abiertos y la sazón tradicional de sus cocinas.
Al referirse a algunas recetas emblemáticas de Oaxaca como el mole de caderas de la región Mixteca, el tamal de tichinda de la Costa, el robalo a la posta del Istmo y el caldo de piedra del Papaloapan, invitó a degustar lo mejor de Oaxaca en el “María Bonita” cuya cocina dirige la chef Pamela Pérez, que en esta ocasión tiene como huésped al chef oaxaqueño David Contreras, que se ha preparado para sorprender los paladares más exigentes.
De su lado, Fréderic Lejars, director de Alimentos y Bebidas de la Cadena Camino Real, agradeció la colaboración de la Representación del Gobierno del Estado de Oaxaca para concertar esta muestra gastronómica, ya que la cocina oaxaqueña es un valor de la gastronomía mexicana que se aprecia mucho en el “María Bonita” y más cuando se le acompaña de artesanías y obras de arte de un estado con tanta cultura como Oaxaca.
Durante las próximas semanas los comensales podrán degustar tamales de mole negro, amarillo y verde; las sopas de frijol con epazote y nopal con camarones; tres de los siete emblemáticos moles oaxaqueños: el verde, el amarillo y el negro, así como las tradicionales tlayudas, entre otros platillos de la cocina oaxaqueña.
Por otra parte, la marca de mezcal “La Esperanza” preparó una carta de cocteles como el “Nizzaye” con naranja y albahaca; el “Elíxir zapoteco”, a base de menta jugo de limón y piña; el “Yuneri”, con maracuyá y jugo de limón, y el “Xiadani”, que aprovecha el pepino y la hierbabuena, para dar a conocer la bebida tradicional oaxaqueña.
El programa incluye una muestra artesanal de Oaxaca y una exposición del maestro Jesús Urbieta Palizada, “Chun Huiini”, quien ha consolidado su propio camino en el arte mexicano y expone algunas de sus creaciones como una invitación a redescubrir en su obra parte del universo de la plástica oaxaqueña. Así, el arte culinario y el arte plástico convergen en una misma casa revistiéndola de la esencia de Oaxaca.
