“En ningún momento pensé en reincorporarme”

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Ángel Aguirre Rivero, gobernador con licencia de Guerrero, aseguró que en seis meses ni la Procuraduría General de la República (PGR) ni la Fiscalía General del estado le han podido comprobar delito alguno y añadió que “se han ido desvaneciendo todos los señalamientos (en su contra) de presuntos vínculos con la delincuencia organizada”.

En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL TV, reiteró que el viernes enviará al Congreso del estado la solicitud de ampliación de la licencia hasta el término de su mandato.

Añadió que ese mismo día, el Congreso guerrerense —erigido en Colegio Electoral con los votos de las dos terceras partes de los diputados (31 de 46)— determinará si confirma a Rogelio Ortega Martínez o busca a otro gobernador sustituto.

“En ningún momento pasó por mi mente la reincorporación (al Ejecutivo estatal). He mantenido distancia con mi estado y he estado alejado de las campañas”, comentó.

Externó que ha asumido una actitud “prudente y sensata”, y que nunca ha optado por la confrontación. “Mi intención ha sido ayudar a la estabilidad y la gobernabilidad y por ello me separé del cargo”.

Acusaciones sin confirmar. Ángel Aguirre Rivero destacó que todas las acusaciones en su contra se han desvanecido, entre ellas las de haber protegido al ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, y a su esposa, María de los Ángeles Pineda.

“No tengo ninguna relación con ellos más que la institucional y nunca impulsé el proyecto de la señora para que fuera alcalde”, recalcó el mandatario con licencia.

También rechazó que haya condicionado su respaldo al senador Armando Ríos Piter para impulsar su candidatura al gobierno del estado, a cambio de impunidad. “Eso es una falacia, no es cierto. Fue él quien me pidió que lo apoyara, lo demás es una artimaña, algo infantil”, expresó.

Respondió al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien en entrevista con este diario pidió que se le investigue y lo retó a que tenga el valor civil de dar el nombre del político que le pidió su apoyo para realizar actividades delictivas en ese estado.

Criticó a su sucesor, Rogelio Ortega, de quien, dijo, no ha hecho nada para dar continuidad a las obras que puso en marcha.

Respecto a los trágicos hechos de Iguala, se limitó a comentar que se trató de un acto, “por demás, condenable de un grupo de la delincuencia organizada” y apuntó que en Guerrero hay más de 20 de ellos, de ahí el alto número de homicidios que registra la entidad.