Ciencia aplicada y técnica contra la desertificación: CONAFOR

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Triplicar la superficie boscosa, manejarla sustentablemente, incrementar el número de plantaciones forestales comerciales, recuperar zonas de vocación forestal a través de reforestación y restauración integral de microcuencas, serán algunas de las estrategias para combatir la desertificación del país.

En México el 6.4 por ciento tiene severos problemas de desertificación aseguró el coordinador general de conservación y restauración de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Jesús Carrasco Gómez.

Entrevistado en el marco de la Cuarta Sesión Especial del Comité de Ciencia y Tecnología –y la Tercera Conferencia Científica de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés)– en el Centro de Convenciones de Cancún, Quintana Roo, México, el especialista agregó que este porcentaje representa 13 millones de hectáreas de la extensión de nuestro país (México tiene una extensión de 1 954 375 kilómetros cuadrados).

A esta sesión cumbre sobre el tema de la desertificación que se lleva a cabo en Cancún asisten científicos de todo el mundo, y su antecedente inmediato ocurrió en Bonn, Alemania, en el 2013; la siguiente después de la presente, tendrá lugar en Turquía, en el 2017.

Sin embargo, los 123 asistentes a esta reunión se preparan para exponer algunos de los principales problemas y conclusiones del tema para la COP (Conferencia de las partes) de Paris en diciembre del 2015 donde “se presentará una oportunidad sin precedentes para impulsar la innovación en el ámbito del cambio climático. Permitirá la colaboración y mostrará soluciones que cambian el juego a los desafíos climáticos”, como cita el sitio web de este importante encuentro.

Por lo pronto México destaca en este tema a nivel mundial, describe Carrasco Gómez, principalmente porque es uno de los primeros países que adoptó incorporarse a la lucha contra la desertificación en 1995 y ha venido trabajando en materia de desertificación de forma destacada como lo demuestra el estudio y publicación de la “Línea base nacional de evaluación de tierras y desertificación”.

Al respecto abundó:

“Como su nombre lo dice una Línea base es una delimitación, un parámetro para empezar a medir en forma técnica y científica cómo avanza la desertificación o la recuperación de tierras en México”.

Este documento –así como los Inventarios forestales estatales y el Inventario nacional forestal– permitirá medir de forma precisa el avance en la lucha contra la desertificación.

El noroeste por sus características climáticas es el área donde se presentan más zonas desiertas, no obstante México, a través de la CONAFOR, se ofrecen para otras áreas potenciales de recuperación, toda un estrategia de manejo sustentable donde los propietarios de tierras y bosques pueden obtener un ingreso, ayudan a proteger, pero además los árboles que ahí se cultivan son esenciales para la protección de todos los ecosistemas asociados con ellos.

Por el momento, la meta es triplicar la superficie forestal bajo manejo que cuenta con certificación de estrategia sustentable de 820 mil hectáreas certificadas a 2.5 millones en el 2018, incrementar la superficie de plantaciones forestales comerciales de 242 mil hectáreas a 385 mil en el 2018 y la recuperación de superficies de vocación forestal a través de reforestación y restauración integral de microcuencas de un millón de hectáreas para ese mismo 2018. Explicó.