Las manos suaves de Tania Chan y Rodrigo Pereyra

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Tania Chan y Rodrigo Pereyra se conocieron hace cuatro años en una escuela de música y se dieron cuenta de que tenía mucho en común. Los dos habían crecido escuchando a grandes la canción latinoamericana como Violeta Parra, Víctor Jara, Chabuca Granda y Soledad Bravo, y los dos sabían de la importancia cultural y social que la música concentra en un mundo en pugna eterna contra el advenimiento de la frialdad.

Dos años después coincidieron en un recital y se dieron cuenta de que ya era tiempo de hacer algo. Llegó Bajo mis manos, dueto con Chan tocando la guitarra y Pereyra el violín, donde cantan y reinterpretan la música tradicional oaxaqueña y la nueva canción latinoamericana. Acudiendo a autores vivos que no son tan conocidos.

“Abogamos por la identidad propia sin apropiarse de las ajenas. La globalización es inevitable, pero muchos exageran al tratar de sonar lo mas gabacho posible”.

Suelta Chan y asegura que el propósito de Bajo mis manos es “reinventar

la identidad , no separarse de ella. Darle otro tipo de toques”.

Con ese violín clásico con ritmos algo poperos y cilíndricos de Rodrigo, y esa voz tenue y armónica de Tania, conjuntando entre los dos un estilo clásico, limpio, estético, etéreo.

El maestro Jorge Mejía es la persona que tanto Chan como Pereyra señalan como uno de los responsables de que hagan lo que hagan. La persona que les dio la certeza sobre su vocación y la fuerza interna que los ha llevado a mantenerse y salir siempre por mas.

“A veces es difícil accesar a foros por el simple hecho de que somos jóvenes, nos ha tocado que hemos ido a lugares de los que nos regresan porque nos dicen que somos jóvenes y no tenemos nada mas que hacer ahí”.

Cuenta Pereyra y reflexiona sobre un necesario proceso de educación de las personas con el fin de aspirar a una revaloración de la cultura, en un estado, Oaxaca, con ochenta mil músicos registrados en sus entrañas.

“Esto viene desde arriba, desde las autoridades. Es importante que los chavos se interesen y vayan a consumir música. Hay mucha gente en Oaxaca promoviendo el arte y la cultura, pero hay muy poca difusión al respecto”.

Lo dicho por Rodrigo lleva a su compañera a hablar del trabajo que Bajos mis manos ha venido realizando con el músico Nathanael Lorenzo, cuyo Instituto Intercultural Calmecac, centro formador de jóvenes músicos en San Juan del Río, Tlacolula, y con el cual existe el proyecto para ir a tocar a Venezuela, gracias a un convenio que Lorenzo estableció con el núcleo cultural el Calabozo, perteneciente al Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela,

Chan relata que con Calmecac y Lorenzo han cubierto conciertos lo mismo en salas correctamente constituidas para la ocasión, que en comunidades a catorce horas de Oaxaca en automóvil. Experiencias que les enseñaron que la música no es cuestión de escenario, sino de publico.

El mas reciente proyecto realizado por el dueto ha sido “Y nosotras también”, obra de teatro que se presentará por última vez este sábado siete de septiembre en la Casa de la Mujer Rosario Castellanos.

Un esfuerzo de teatro foro sobre una obra armada en colectivo junto a la directora Luz Elena Ramírez, que forma parte de la campaña “Ni mas ni menos, hombres y mujeres valemos lo mismo”

Su tema es la inequidad de género. Se plantea la historia de María, mujer que ya no puede seguir estudiando ante un embarazo temprano y quien desde la primera escena cocina y sirve el desayuno porque le han dicho que eso es cosa privativa de su sexo.

Pereyra cuenta que la obra cuenta con la participación interactiva del publico que puede proponer un nuevo final, solo para darse cuenta que la situación de la violencia social contra las mujeres no es un asunto exclusivo del feminismo.

Sobre el futuro ni Chan ni Pereyra tienen mas constante que el trabajo diario, ese que en sus canciones habla de la que se vuelve humo sin arder y se confunde con la niebla al amanecer, de la sangre que se lleva el río pero ante la cual no queda mas que ofrecer el corazón, de la Sandunga que es ingrata y por las que se llora Mamá por Dios, de los lirios que muestran la locura fiel de un colibrís, de las virtudes del aire y los vuelos transparentes para continuar, de esa vida que les ha dado tanto y a la cual corresponden con una potencia interpretativa que le da a la sensibilidad la categoría de certeza.

Bajo mis manos tiene palmas suaves y tersas que seguirán haciendo música porque no podría haber otra cosa.

Si quieres saber mas de esta propuesta musical visita:

https://www.facebook.com/BajoMisManos?fref=ts