Personas en situación de reclusión reciben servicios del COESIDA

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Con el objetivo de disminuir el número de casos de transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana entre los hombres y mujeres que cumplen una sentencia o están sujetos a un proceso penal, el Consejo Estatal para la Prevención y Control del Sida (COESIDA) realizó un total de 78 pruebas de detección del virus causante del Sida en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Santa María Ixcotel y en la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes (DEMA), del 26 al 29 de enero.

Francisco Contreras, psicólogo adscrito al Departamento de Capacitación del COESIDA, destacó que con estas actividades se contribuye a garantizar el derecho a la salud de las personas privadas de su libertad.

De acuerdo con el Jefe del Departamento Jurídico de la misma institución, José Antonio Matus Régules, “los casos de infección por el VIH tienden a ser más elevados en centros de reclusión que fuera de los mismos”.

Cabe señalar, que en los centros penitenciarios, el VIH suele agravarse con coinfecciones como las hepatitis B y C y la tuberculosis.

Matus Régules refirió que es común que a quienes viven con VIH o Sida se les afecten sus derechos por este hecho, se les aísle del resto de la población penitenciaria o se les impide llevar a cabo actividades laborales o educativas e incluso, que no se les permita la visita íntima.

De ahí, dijo, la importancia de seguir trabajando de manera coordinada en materia de prevención del Virus de Inmunodeficiencia Humana y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).

En cuanto a la toma de muestras entre las y los jóvenes de la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes, la coordinadora del área médica, Leticia Arango Díaz, precisó que para quienes son menores de edad, es el Estado quien asume la tutela, por lo que en caso de ser considerados en situación de riesgo, son las autoridades de esa Dirección las que autorizan la realización de la prueba del VIH.

Durante el 2014, según datos del COESIDA-CAPASITS, se aplicaron un total de 1,012 pruebas de VIH en las distintas penitenciarías del estado, a cuya población, además, se le brindó sesiones de capacitación referentes al VIH y Sida.

Asimismo —previo consentimiento—, se les realizó la prueba de detección, y en los casos que se hallaron reactivos (positivos), se les proporcionaron los medicamentos antirretrovirales que contribuyen a mejorar su calidad de vida.