Semanas atrás el gobierno de la ciudad afirmó que el estacionamiento en calles del centro histórico sería “en batería” sólo de manera temporal; hoy la medida parece se ha convertido en Ley.
La calle de García Vigil, en su segunda, tercera, cuarta y quinta calle, se encuentran ocupadas por unidades de motor estacionadas en batería, cuando esta disposición contraviene a lo que se establece en el reglamento de vialidad.
Esta misma situación permanece en la primera calle de Fiallo, donde las unidades, desde tres semanas atrás, dejaron de ocupar los cajones de estacionamiento de manera lineal.
No se diga la segunda calle de Armenta y López, que ante la ubicación del edificio de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se ha vuelto “anárquica”, nadie respeta el estacionamiento y hasta se ha convertido en una “central camionera clandestina”.
“Lo que está expresamente permitido ésta expresamente prohibido”, reza una máxima jurídica, la cual se hace efectiva en todos estos casos pese a que el mismo presidente municipal, José Javier Villacaña Jiménez, refirió que “el estacionamiento sería temporal”.
En entrevista, el edil capitalino refirió que con motivo del periodo vacacional se permitía el estacionamiento en esta forma a los visitantes, pero a una semana que concluyó el mismo, los automovilistas siguen ocupando los lugares de manera que contraviene lo dispuesto por los reglamentos.
De la misma manera, esta situación contraviene a lo expresado por el Comisario general de Seguridad Pública y Vialidad, José Luis Echeverría Morales, quien al principio de la administración y en repetidas ocasiones ha mencionado que se hará prevalecer la Ley.
Mientras, la ciudad padece el caos vehicular en sus principales avenidas.
