Tejate bebida ancestral apreciada en el presente

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La misma bebida que tomaron los antepasados, hoy se ofreció en San Andrés Huayapam en la XV Feria del Tejate. La bebida ancestral elaborada con cacao, rosita de maíz y batida a mano por mujeres oaxaqueñas maravilló a los paladares que sedientos lo recibían en una jícara roja para calmar su sed.

En Huayuapan la música de banda, la ola de calor, la gente amontonada y los anfitriones esforzándose por dar el mejor servicio. Todos escogían qué lugar, de los más de cien puestos de tejate, era el mejor. Se podía pedir un tejate de cacao o uno de coco, o más allá un agua de chilacayota con pepitas flotando, un nicuatole (gelatina elaborada a base de maíz y azúcar) o una calabaza con pozole, estas delicias mostraron una pequeña parte de la gastronomía de los Valles Centrales.

Los que prefieren el tejate pudieron escoger de este sabor, un pastel, nicuatole, galletas, nieve, tamales, nada es imposible cuando un producto gusta y las artesanas oaxaqueñas llenas de imaginación inventan nuevas presentaciones.

A la fiesta fueron invitados más, estaba presente el Istmo con las garnachas y las frutas curtidas en dulce mezcal, por otro lado las pencas de maguey endulzado, las pepitas de calabaza asadas con sal, las memelitas con salsas verder o roja, empanadas de amarillo, verde o quesadillas.

Se asomó también en olor a tamales de frijol, amarillo o chichilo se podía acompañar de un rico chocolate. Hubo para todos los gustos. Nenguanitos, gaznates, rosquitas, los dulces regionales no podían faltar.

También el pueblo acogió a vendedores de frutas de otros estados, se ofertaban mangos con o sin chile, jugosos chicozapotes, plátanos, mamey, calabaza en dulce, nada se podía despreciar.

No faltaron “los colados”, no encajaban pero también tenían seguidores: las manzanas con chamoy, el refresco de toronja con chile, los michelitros, los algodones de azúcar.

Lo que nadie puede negar es que fue una feria exitosa, cada quien comió lo que quiso, se maravilló con lo que vio y escuchó de fondo melodías oaxaqueñas que animaban el ambiente. Todo gracias a la bebida de los dioses, que logró unir a los oaxaqueños y turistas en un día de fiesta, en un año nos volveremos a encontrar, para entonces el tejate tendrá más seguidores y presentaciones, nos veremos entonces.