Humillante goleada del América a las Chivas en el Omnilife

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Con los dos goles de anoche, Luis Gabriel Rey suma ya 12 anotaciones frente a las Chivas en su carrera, Raúl Jiménez marcó por tercera ocasión consecutiva en el Clásico (ya lleva cuatro goles en estos encuentros), y el América tienen tres triunfos al hilo en el Estadio Omnilife. Es el saldo que arrojó el Clásico de los arietes cremas a la debacle del Rebaño Sagrado, una goleada de 4-0 sobre su acérrimo rival. Las jetaturas pesaron para que el proyecto de técnico Antonio Mohamed se solidificara y para enterrar el de José Luis Real.

El equipo del Turco Mohamed no necesitó de mucho para encaminar el encuentro, aunque lo hizo con un estilo más parecido al que gusta desarrollar el argentino.

Regaló sus mejores quince minutos en el torneo agazapado, sin arriesgar mucho y no como acostumbraba, con el arco del rival siempre en la mente. El regreso de Miguel Layún, Francisco Javier Rodríguez, Osvaldo Martínez y el propio Rey al once inicial ayudó a que lograra una mejoría.

Rubens Sambueza, que en los pasados encuentros lucía apagado y sin compañía en el ataque, encontró en Rey y Jiménez a dos elementos a los que podía repartirles balones con la confianza de que alguno de los dos atinaría a mandar uno de sus pases a las redes, cosa que no sucedió con Andrés Ríos. Fácil, en el minuto 10 logró conectar con el nacido en Colombia, que sólo llegó a empujar un balón para, poner el 0-1. Así abrió el camino a una de sus victorias más dulces.

Con el tanto en contra, el Rebaño intentó tomar el control del balón, buscó el área rival de manera incesante e incluso tocó la puerta de Moisés Muñoz con un testarazo de Jorge Enríquez, pero no se dio cuenta que su empeño le abriría la puerta a las Águilas para marcar el segundo. No sabe atacar ni tampoco defender. En un descuido de su parte baja, Rey volvió a tomar el balón fuera del área para sacar un riflazo que no pudo detener Toño Rodríguez.

Con la ventaja más amplia, Mohamed replegó aún más a sus futbolistas, aunque generó la duda de saber si pueden defender en vez de atacar. Por momentos se notó que los americanistas no están trabajados para jugar dentro de su área, lo que hizo que el partido se inclinara muy a favor del plantel tapatío. Pero para su bien, los descuidos esta vez no les costaron goles en contra como en otras ocasiones.

Con el balón en su dominio, el Guadalajara se volvió un equipo peligroso, aunque sin filo. Aprovechó las bandas, apoyó su accionar en los jóvenes Carlos Fierro y Giovani Hernández, en su picardía, y eso le dio media hora rica en la que mereció descontar. Para su infortunio, Chatón Enríquez desperdició una gran opción con un testarazo desviado, mientras que Moisés Muñoz detuvo un tiro a Hernández.

Pero en la complementaria regresó ese América metódico que borró al Rebaño en el inicio del partido. Apostó a lo mismo, a entregar el juego, y a esperar otro regalo del oponente. No pasó mucho para que lo tuviera. En el minuto 56, el portero Toño Rodríguez rechazó mal un balón, lo dejó a Rey, el colombiano tiró, pero el balón le cayó a Jiménez que hizo mover las redes. No conforme, pudo completar el póquer en el minuto 73 con un gol de Luis Ángel Mendoza, en una mala salida de Rodríguez. Chivas nunca encontró soluciones.