En crisis, la relación de Obama con senador por Reforma Migratoria

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Mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hacía a un lado la política para consentir a su esposa Michelle con una cena romántica, su relación política se vio amenazada por la idea de un senador demócrata, quien propuso desplazarlo para que se pueda aprobar la reforma migratoria.

Medios estadunidenses publicaron ayer que la cena de Barack y Michell Obama en el restaurante de comida mexicana Oyamel fue para festejar por adelantado el Día de San Valentín, ya que el mandatario estará fuera de la Casa Blanca la mayor parte del viernes próximo.

De hecho, una de las actividades de Obama para el Día de los Enamorados será precisamente una reunión con sus correligionarios demócratas, aunque se desconoce si en ella se tratará la propuesta del senador Charles Schumer.

El legislador demócrata propuso ayer que el Congreso de Estados Unidos apruebe este año una reforma migratoria, pero que su entrada en vigor se aplace hasta que Barack Obama deje la Casa Blanca, en 2017, en un intento por desbloquear el proceso.

Su propuesta es una respuesta directa al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, quien aseguró la semana pasada que sería muy difícil aprobar una reforma porque los legisladores de su partido no creen que Obama haga cumplir la ley.

“Hay una solución simple: vamos a aprobar una ley este año, pero no vamos a dejar que empiece (a ser implementada) hasta 2017, después que haya concluido la gestión del presidente Obama”, dijo Schumer en entrevista con el programa Meet the Press, de la cadena NBC.

Schumer desestimó empero las criticas de Boehner en el sentido de que Obama no ha aplicado las leyes, haciendo notar la cifra récord de deportaciones, casi dos millones en los pasados cinco años, por arriba de lo hecho por cualquier de sus antecesores.

El legislador, uno de los miembros del grupo bipartidista que promovió en el Senado el debate que resultó en la aprobación de una iniciativa en junio pasado, hizo notar que una reforma en estas condiciones requeriría algunos cambios.

Uno de ellos sería que la misma beneficiaría a quienes llegaron al país hasta diciembre de 2013 “de manera que se perseguiría a la nueva gente (indocumentada) que llegue después, y eso resolvería el problema”, dijo.

Schumer consideró que los prospectos de aprobar una reforma después de 2014 se dificultarán como resultado del inicio del proceso electoral con miras a la elección presidencial de 2016, lo cual podría endurecer aún más a los conservadores.

Pero Michael Steel, portavoz de Boehner, descartó la viabilidad de la propuesta al señalar que eliminaría completamente los incentivos del Presidente para hacer cumplir la ley durante el resto de su mandato.

Entrevistado en el mismo programa, el senador republicano por Utah, Rob Portman, se mostró abierto a la posibilidad de la propuesta de Schumer “si no ponemos en pie las medidas que funcionen para hacer cumplir la ley”.

“La preocupación es volver a la ley de 1986, la última vez que hicimos esto, cuando se ofreció legalización pero no se cumplió con la aplicación de la ley, y tres millones de personas fueron legalizadas y otros seis millones llegaron de manera ilegal, y lo que los republicanos buscan es que se aplique primero la ley”, dijo.

Cambian las reglas para el asilo político

El gobierno del presidente Barak Obama flexibilizó las normas para quienes busquen asilo político, refugiados y otros que pretendan visitar Estados Unidos o permanecer en el país, aun si dieron apoyo “limitado” a “terroristas” o grupos extremistas.

El cambio es una de las primeras acciones de Obama relacionadas a la inmigración desde que anunció en enero, durante su discurso del Estado de la Unión, que recurriría más a menudo a directivas del Ejecutivo.

El Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado afirman ahora que ya no se prohibirá de manera automática la llegada a Estados Unidos de personas que Washington considera que facilitaron “apoyo material limitado” a terroristas o grupos terroristas.

Una disposición en la ley de inmigración –conocida como fundamentos para la inadmisibilidad relacionada con el terrorismo, que se promulgó luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001– afectaba a cualquiera que fuese considerado como una persona que apoyó actividades de ese tipo.

Con pocas excepciones, la disposición se ha aplicado rígidamente sobre quienes intentan ingresar a Estados Unidos o sobre quienes ya se encontraban en el país pero que deseaban cambiar su condición migratoria.

El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que el cambio a la norma, que se hizo sin necesidad del acompañamiento del Congreso, concede mayor discreción al gobierno, pero no abrirá el país a terroristas ni a sus simpatizantes.

Las personas que busquen condición de refugiado, asilo o visas, incluidas quienes ya se encuentren en Estados Unidos, todavía serán revisadas para garantizar que no representan una amenaza a la seguridad nacional ni a la seguridad pública, dijo el departamento.

La disposición fue criticada porque permitía excepciones más allá de facilitar atención médica o porque la persona había procedido bajo una presión excesiva.

A finales de 2011, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración dijeron que unos cuatro mil 400 casos estaban retenidos mientras el gobierno revisaba posibles exenciones a la norma.

Reforma fracasó por el Presidente: legislador

Un legislador republicano acusó ayer al presidente estadunidense Barack Obama de ser el responsable del fracaso de la reforma migratoria por su decisión de actuar de manera unilateral en temas donde no existe acuerdo con ese bancada.

“Este año, por culpa del Presidente y su partido, porque no trabajaron de buena fe con nosotros, no vamos a tener reforma migratoria”, dijo el legislador por Idaho, Raúl Labrador, quien indicó que su fracción parlamentaria simplemente no confía en el mandatario.

En entrevista en el programa Al Punto, de Univisión, Labrador aseguró igualmente que no existen los votos en la Cámara de Representantes para aprobar una reforma como insisten los demócratas y la Casa Blanca.

“La persona que está asegurando eso está mintiendo. No hay los votos en la Cámara para pasar lo que aprobó en el Senado. Hay dos o tres republicanos que votarían por eso (junto a la minoría demócrata)”, indicó.

En junio, el Senado aprobó una iniciativa migratoria que refuerza la vigilancia en la frontera, y da una vía a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados, pero que fue rechazada por los republicanos en la Cámara de Representantes, quienes prefieren un proceso en partes.

Labrador hizo notar que los demócratas no se ocuparon de trabajar sobre el tema cuando tenían el control del Congreso y la Casa Blanca, y el año pasado Obama incluso se opuso al trabajo de un grupo bipartidista en la Cámara de Representantes.

“Este año no creo que vaya a haber una reforma migratoria. Realmente no hay suficiente fe entre la Cámara de Representantes y el Presidente de que podamos llegar a un acuerdo”, indicó el legislador.

El senador republicano por Montana, Roy Blunt, justificó la actitud de sus compañeros al considerar que la postura del mandatario sobre el uso de su autoridad ejecutiva no haya beneficiado este proceso.

“Cómo espera el Presidente ayudar cualquier negociación con el Congreso para hacer algo cuando lo lleva a creer que si no le gusta lo que está pasando como parte de la negociación, entonces puede hacer algo por su cuenta propia”, cuestionó Blunt entrevistado en el programa Fox News Sunday.

Cancelan las credenciales para ilegales

El nuevo alcalde de Plainfield, Nueva Jersey, canceló el programa de una organización no lucrativa que otorga credenciales con fotografía a los inmigrantes de la ciudad.

Adrian Mapp, que asumió el cargo el mes pasado, dijo que la decisión se debió a quejas de los habitantes que se sentían engañados por el grupo. Agregó que las identificaciones supuestamente se estaban “diseminando” como una forma válida de identificación.

Las quejas de los habitantes fueron cuestionadas por Carmen Salavarrieta, líder de Ángeles para la Acción, que comenzó a distribuir las credenciales hace unos meses.

Salavarrieta dijo que la identificación nunca buscó ser una credencial oficial del gobierno además de los límites locales. También comentó que el exalcalde de la ciudad y el jefe de la policía le dieron su apoyo al programa cuando fue lanzado.

Más de 500 personas en la ciudad ya han obtenido la credencial, que cuesta 10 dólares. Salavarrieta dijo que otros dos mil 300 habitantes estaban en lista de espera para obtenerla.

La activista agregó que el director de la policía le aseguró que seguirá aceptando las identificaciones ya emitidas. Agregó que detendrá el programa hasta que ella pueda convencer a la ciudad de adoptarlo.

Error, postura de la derecha: líder hispano

El presidente de la conservadora Coalición Latina de Estados Unidos, Héctor Barreto, calificó como un “error” la postura de los miembros de su Partido Republicano, que se oponen a avanzar cualquier iniciativa de reforma migratoria.

Barreto, nacido en Guadalajara y quien fundó en EU la Cámara de Comercio Hispana, lamentó que conservadores rechacen la intención de los líderes del partido de avanzar un proyecto de ley aún cuando no sea la versión del Senado.

“Yo creo que eso es un error. Deberíamos hacer algo pero obviamente requiere liderazgo de ambos lados”, dijo el también exdirector de la Administración de Pequeños Negocios en la administración de George W. Bush.

Pero Barreto cuestionó asimismo a los grupos cercanos a los demócratas, como los sindicatos, que anunciaron su rechazo a cualquier iniciativa de reforma que no incluya una ruta especial a la ciudadanía.

Sin embargo compartió el optimismo de quienes, como el vicepresidente Joe Biden, confían en que aún es posible avanzar un proyecto.