“Hay que salir a la calle y voltear a ver lo que está pasando (…) Es un momento particularmente importante en México, de ebullición absoluta, de violencia rampante…”, dice Antonio Ortuño, escritor y periodista mexicano impresionado por las masacres de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en 2010 y 2011.
Con madera de periodista, Antonio reunió una carpeta de notas sobre los hallazgos de 72 cuerpos en 2010 y más de 190 en 2011 en fosas clandestinas en esta entidad que, en 2013, se colocó en el grupo de los estados con más de 2 mil homicidios dolosos registrados y, además, con el mayor número de denuncias de secuestros en el país, según los datos más recientes del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Antonio eligió no eludir la realidad mexicana. Así nació La fila india, su novela más reciente, editada en 2013 por Océano. El tema central es la migración de centroamericanos, los que tienen que pasar por México para poder llegar a Estados Unidos y que en el camino deben soportar una cantidad inimaginable de vejaciones cometidas por…los propios mexicanos.
En Santa Rita, el pueblo que Antonio creó en La fila india, viven migrantes centroamericanos, funcionarios corruptos e indolentes, traficantes de personas, ciudadanos a quienes la migración les importa un bledo; aquí hay violencia, discriminación, clasismo. México.
Este país es una paradoja y Antonio lo sabe. Por un lado, le impresionan el discurso turístico que exalta a México como un país de calidez humana y los estudios que revelan que tenemos una de las poblaciones más felices del mundo, y por el otro, el desprecio de los mexicanos hacia el “turista” que no es rubio, que no pertenece a la clase media, sino que es moreno, pobre y centroamericano.
“Esquizofrenia mexicana”, dice este escritor que nació en Guadalajara y que vive cerca de las vías del tren, lugar donde ha podido atestiguar el paso de los migrantes centroamericanos que optaron por seguir la ruta del Pacífico para llegar a Estados Unidos porque la del Golfo ya está bañada en sangre y peligro.
“El libro trata de la migración, pero no solamente de la historia de los migrantes, la Bestia, sino de los mexicanos alrededor de esos migrantes y cómo reaccionan ante esa migración”, explica Antonio. En La fila india, Antonio buscó “palpar la discriminación, el racismo y el clasismo que se aplica a los migrantes, ese que también nos aplicamos entre nosotros mismos”.
