Para el pintor y escultor Víctor Robinson los espacios existen, pero hacen falta propuestas e iniciativas.
En conferencia de prensa, con sus esculturas exhibiéndose en al andador turístico de la ciudad de Oaxaca , Robinson dice que hay que proponer.
“Durante varios años nadie ha puesto nada, (Fernando) Andriacci lo pone y varias personas del sector artístico lo cuestionan”.
Dice el también publicista sobre el pintor y escultor cuyas esculturas de elefantes, toros y caballos de latón son desde hace años ya un referente para el paisaje publico del centro histórico de Oaxaca.
“Yo creo que vale la pena. Pero también hay que saber también detenerse a tiempo, no excederse. Hacerlo con respeto, trabajo y fundamentación”.
Para Robinson lo que le pega a la gente sobre la obra de Adriacci es que no siempre está bien fundamentado en su factura y en su trabajo.
“ Ostentoso con acabado industrial. Hay que volver a la esencia, al trabajo artesanal, al esfuerzo y el tesón. Trabajar con materiales sencillos que comuniquen y propongan”.
“La gente sabe de arte y debe de haber una fundamentación detrás, porque el trabajo es al final el que habla por nosotros”,
Fabiola Calvo, presidenta del Consejo del Centro Histórico-Concentro, también presente en la conferencia, dijo que la exposición del artista contó con todo el apoyo en gestión y permisos del municipio de Oaxaca de Juárez y Gobierno Estatal
“Hay mucho espacio, en la ciudad, en los pueblos , en las zonas conurbadas, en las sierras , en el monte. No solo vale preocuparnos sobre un espacio pequeño sobre la parte urbana”.
Señaló Calvo, en tanto Robinson preciso que busca que su obra invite a reflexión y experimentación, por eso contempló trabajar con materiales muy sencillos.
“Alambre metales, palmas y pedazos de madera. Para piezas con mas humildad. Tenemos demasiados carros y ostentosas piezas departamentales”.
“Publicidad que busca generar necesidades y muchas insatisfacciones como para que el arte caiga en lo mismo”.
Se le señala a Robinson que resulta curioso que afirme eso, dado que el antes que artista fue publicista. Se le cuestiona como lograr conjugar las dos profesiones.
Robinson hace acopio de seguridad y empieza por el principio.
“Tengo una especialidad en Emotional Branding, donde las marcas ya no van a la mente sino al corazón. Por eso empecé a entrar al arte, porque está en un nivel más elevado todavía”.
“En un futuro la publicidad va a necesitar del arte para crear sus mejores propuestas. El arte se mueve en una dimensión mucho más profunda. Al nivel del inside, de las memorias más profundas del ser humano y es donde la publicidad tiene que empezar a moverse también”
Para el artista, lejos de un dilema o una ruptura, el encuentro de sus dos oficios confluye en una fusión
“Todo lo que hago de manera artística lleva inherente cierta factura de un concepto de una campaña publicitaria, con la cual la perfilo de una manera más masiva”.
“Que la pieza sea más pública y en exteriores. Me cuesta trabajo entender el arte elitista”.
“Como artista hay que ser muy ecléctico. Estar en lo contemporáneo sin llegar a la pretensión . Cuando estuve en la Academia de San Carlos sentí mucho formalismo, no me sentí realmente cómodo”.
“Robinson dice que para hacer arte hay que vivir, que un creador debe ser sincero consigo mismo por crear algo nuevo, sino lo hace, la gente se da cuenta”.
Se le pregunta sobre padrinazgos políticos en el arte y Robinson trastabilla,duda. Fabiola Calvo entra al quite, solo para que tres minutos después el escultor retome la pregunta y diga que considera que no hay padrinazgos en la escena artística oaxaqueña, que todo es cosa de tomar la iniciativa.
Dice que hay grupos de elite artística en Oaxaca, en los que no está, pero que se han ganado su lugar con trabajo. Se pronuncia como alguien consciente de que debe trabajar y ganarse su propio espacio.
“Antes de hacer una crítica, hay que hacer una propuesta”.
Habla sobre ser incluyentes y no crear grupos y mafias en el arte. Crear reglamento para el arte espacios públicos, sobre que hay grandes artistas que no se saben vender.
Se le dice que si Fernando Andriacci tomó a la ciudad como su galería personal, no solo fue compartir su arte con el pueblo de Oaxaca, sino también para potencializar aun más sus ventas. Se le pregunta a Robinson sino está en planes para hacer lo mismo.
“La diferencia es que yo estoy muy concentrado en el lenguaje, en la propuesta. Mi fin último no es vender. Si obviamente que la gente conozca mi trabajo”.
“Pero tampoco lo hice con un gran aparato publicitario. Que pude hacerlo hecho”.
