Las protestas del magisterio oaxaqueño afectan la movilidad, el abasto y la vida cotidiana; los ciudadanos denuncian la falta de respuesta de las autoridades
La Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (@Seccion22Cencos) mantiene este viernes una jornada de lucha de 24 horas con bloqueos y cierres en distintos puntos de Oaxaca, que ha dejado a la capital prácticamente paralizada y con afectaciones directas a la población, al restringir el libre tránsito y obligar al cierre de comercios.
A partir de las 09 horas, los docentes instalaron bloqueos en carreteras federales, cruceros y plazas comerciales, entre ellas Plaza del Valle, Plaza Bella y la Macro Plaza, además de los accesos al aeropuerto y a la caseta de Huitzo.
El tráfico quedó colapsado en varios tramos de las carreteras 190 y 175, y los servicios de transporte se redujeron al mínimo.
Los cierres también impactaron la distribución de alimentos y productos básicos.
Las protestas de la Sección 22 forman parte de un plan de acción con el que el magisterio exige al gobierno estatal atención a su pliego petitorio, que incluye demandas laborales, la regularización de plazas y la abrogación de reformas administrativas. Sin embargo, su método de presión —el cierre de vías y comercios— ha reavivado el debate sobre los límites del derecho a la protesta y los efectos en los derechos de terceros.
Mientras las autoridades estatales y federales mantienen mesas de diálogo con los dirigentes sindicales, la vida cotidiana en Oaxaca se encuentra bajo tensión: la movilidad restringida, algunos negocios cerrados y el temor a que los bloqueos se prolonguen han vuelto a convertir a la ciudad en un escenario recurrente de conflicto social.




















