CENTINELA: procuración de justicia e impunidad…

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Rafael García Zavaleta

Los asuntos legales deben litigarse en las fiscalías y en los tribunales, eso es lo legal. Pero en esta realidad desesperante que nos ha tacado vivir en las tres últimas décadas a partir del predominio del crimen organizado y el narco poder, como resultado de la corrupción e impunidad, no nos queda más que acudir a los medios de comunicación para que por lo menos la opinión pública esté informada al día de lo que en la putrefacción de la procuración y administración de justicia está pasando en el país y en particular en el Estado de Oaxaca.

Hoy se cumplen sesenta días del día en que fueron privados de la vida bajo el puente conocido como “el Caracol” en la supercarretera la ventosa-Salina Cruz, del cruce de la carretera Tehuantepec-Oaxaca, los ciudadanos CELERINO ESPINOZA DE LA LUZ y TATIS REYES CORTÉS.

La Fiscalía Especializada en Atención a Delitos de Alto Impacto de la Región del Istmo, Oaxaca, con residencia en el Espinal, Oaxaca, se hizo cargo del levantamiento de los cadáveres e inició la integración de la carpeta de investigación, estando a cargo la carpeta del agente del ministerio público Rubén Miguel Martínez Cabrera, bajo la supervisión de su superior jerárquico inmediato, la Sub-Fiscal Regional.

Sin embargo, la investigación está estancada, sobre todo en la parte que les corresponde a los agentes ministeriales a quienes no es posible localizarlos y les importa poco la responsabilidad de la investigación, bajo el pretexto de que tienen muchas investigaciones concomitantes. Por lo que se buscó una entrevista con el Fiscal General, pero esa es otra historia más compleja, ya que en la oficina que se dice es la del Fiscal General en Reyes Mantecón, el que atiende es su secretario particular y de inmediato niega la posibilidad de la audiencia con el Fiscal General, porque según él dice que el Fiscal General ARTURO DE JESÚS PEIMBERT CALVO, estaba en una comisión y que regresaría hasta dentro de cuarenta y cinco días, esa solicitud fue hecha el veintisiete de abril de este año. Por lo que es inminente la pregunta, ¿qué puede estar haciendo? O en ¿qué comisión puede estar involucrado el Fiscal General, como para que se ausente de su oficina cuarenta y cinco días? O ¿es verdad que el actual Fiscal General del Estado de Oaxaca, atiende desde una oficina de la colonia Polanco en la Ciudad de México? Qué necesidad de que el pobre estado de Oaxaca tenga como Fiscal General a un imbécil arrogante, cuando en Oaxaca hay abogados con maestrías y doctorados y verdaderos perfiles para desempeñar un cargo de alta responsabilidad como es la Fiscalía General.

¿Esto es parte del modelo Oaxaca que pretenden darlo a conocer en todos los estados de la República Mexicana? No. Lo que está pasando en Oaxaca es grave, está acorde con lo que está pasando con el crimen organizado y el narco poder en todo el país. Lamentablemente bajo la política pública de abrazos, no balazos. Donde hay que preocuparse por garantizar los derechos humanos de los delincuentes porque también tienen derechos humanos, ya que también son seres humanos.

Bajo esta perspectiva, ¿qué deben hacer las víctimas? Conformarse o esperar a que los homicidas vengan uno de estos días a pedirles que los perdonen por haber matado a balazos a sus familiares, padre, esposo. Mientras el Fiscal General se gasta el presupuesto asignado por el Congreso Local para la procuración de justicia en todo el estado de Oaxaca. No se le pide otra cosa, que cumpla con su obligación constitucional, indagar los delitos y procurar justicia de manera pronta y expedita, pero además de forma eficaz y eficiente. Esto no lo hacen, y se molestan, se ofenden y la agarran contra la víctima, si esta reclama.

Se le ha solicitado y sugerido determinadas diligencias de investigación al Agente del Ministerio Público responsable de la carpeta, porque el simple paso del tiempo va borrando o destruyendo los elementos de prueba, los indicios, pero el agente del ministerio público, se ha atrevido a responderle al hijo del finado y víctima, que no puede atender estas peticiones y al decirle la víctima que se tendría que quejar, el agente del ministerio público le respondió que lo puede hacer que eso a él lo tiene sin cuidado. Imagine cualquiera que esté leyendo esta columna, la reacción que tendría, si acaba de tener un ataque a sus derechos, a su integridad emocional, un atentado contra su familia y que reciba una respuesta de un empleado o funcionario público obligado institucionalmente a atenderlo, a apoyarlo, pero que su soberbia y prepotencia lo hace agresivo ante su desventajosa desgracia de la víctima.

Es grotesco, ofensivo, humillante el comportamiento de la institución procuradora de justicia en el estado de Oaxaca, aunque no está alejado del comportamiento de la Fiscalía General de la República o de las fiscalías de los demás estados de la república. Lo grave de esta situación es que tampoco existe una política pública de los organismos autónomos de procuración de justicia para ejercer realmente su función e investigar los delitos, sobre todo los delitos graves como el que nos ocupa, homicidio a balazos, con uso de armas de fuego. Pero pareciera que por el momento no hay gran cosa que hacer, porque la institución portadora de justicia en Oaxaca está atravesando por una noche negra, más negra que las tinieblas del inmediato futuro de Oaxaca.

La familia de las víctimas de homicidio vive con profundo miedo, al ser amenazados, sobre todo los familiares de CELERINO ESPINOZA DE LA LUZ, por la actividad que desempeñan, prestar el servicio de grúas y arrastre a vehículos siniestrados, donde los servicios son también a media noche y en la madrugada en lugares despoblados y solitarios de las carretas del istmo. Por eso se solicitó le establecieran medidas cautelares o de protección, pero hasta la fecha no se ha implementado ninguna que resulte efectiva y así tienen que vivir las víctimas, atemorizados de que en cualquier momento el crimen organizado les cause otro daño a sus personas o a sus bienes, mientras la Fiscalía Regional, pero sobre todo el agente del ministerio público, no mueve un dedo. Ni siquiera podemos decir que esperan a que suceda algo peor para moverse, porque el agente del ministerio público no espera nada, es un tipo de evidente comportamiento insensible, que nada lo conmueve y nada tiene que hacer en la institución de procuración de justicia del estado de Oaxaca.

Las oficinas centrales de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, no se quedan atrás. Se le presentó un escrito con copias dirigidas al Fiscal General y al Fiscal Especializado para la Atención de Delitos de Alto Impacto. Juventino Pérez, pero que no las recibían porque querían un número determinado de copias y todas firmadas en original (como si mucha atención y trámite les dieran en esas oficinas a todo lo que reciben) y que en copias simples no podían recibirlas, que todas deberían ser con firmas originales, como si entre Salina Cruz y Reyes Mantecón, San Bartolo Coyotepec, estuvieran a unas cuadras de distancia. De lo que se trata es ¿de fastidiar y agotar a las víctimas de delito? Esa es una práctica maldita, humillante, que no se ha podido superar en Oaxaca.

Es de presumir que este caso de doble homicidio sólo forma parte de las estadísticas de impunidad y corrupción. Y digo de corrupción porque más tarda la víctima en presentar un escrito y aportar datos para la investigación, en que algunos periodistas ya estén enterados de esos datos. ¿Quién los proporciona?, ¿El ministerio público Rubén o sus auxiliares?, si lo hace él es un corruptazo, si lo hacen sus colaboradores es un bruto distraído que le ven la cara sus colaboradores. Pero una u otra cosa, es un riesgo estar en manos de estas autoridades corruptas. Ahora, ¿con quién se queja la víctima? La Fiscalía General de Justicia en Oaxaca, no está cumpliendo con sus funciones ni siquiera de manera mediana, por lo que si tienen vergüenza los funcionarios que cobran en esa Institución, deben renunciar y dar la oportunidad a personas que sí quieran hacer las cosas y que además tengan el perfil académico y en experiencia.

Mientras tanto y no suceda otra cosa, tendremos que seguir diciendo con profunda tristeza, pobre Oaxaca y las y los oaxaqueños.

Por lo pronto, solo nos resta exigir: ¡¡¡JUSTICIA PARA CELERINO ESPINOZA DE LA LUZ y TATIS REYES CORTÉS!!!

Que se acabe en Oaxaca con esta permanente y perversa relación de procuración de justicia e impunidad.

¡¡¡JUSTICIA PARA CELERINO ESPINOZA DE LA LUZ y TATIS REYES CORTÉS!!!

 

* Doctor en Derecho y Doctor en Educación.