Dieta sana desde la infancia, primordial para evitar enfermedades

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Una cultura del autocuidado desde la niñez, asegurará una vida saludable y la prevención de enfermedades en la etapa adulta, por ello los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) exhortan a fomentar en los infantes una alimentación balanceada y la práctica de ejercicio diario.

La dependencia a través del departamento de la Salud de la Infancia y Adolescencia señaló que, en la entidad, dos de cada 10 niñas y niños padecen obesidad, con mayor incidencia en el grupo de edad entre los seis a 12 años, principalmente residentes de municipios conurbados.

Las consecuencias de tener hábitos no saludables en los primeros años de vida pueden desencadenan enfermedades a largo plazo que disminuyen, de manera importante, la calidad de vida, tales como: diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, diferentes tipos de cáncer, depresión, problemas de aprendizaje, entre otros.

Por lo cual, entre las acciones prioritarias que enfatiza la dependencia, es la promoción de la de la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento hasta los seis meses de edad, de ahí se recomienda continuar proporcionándola hasta los tres años con una combinación de alimentos adecuados y nutritivos para la edad, ya que se asocia con múltiples beneficios entre ellos, el aporte de las primeras defensas frente a las infecciones y ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad.

La gran mayoría de casos de obesidad infantil se debe a dietas con alto valor calórico, ultroprocesados, altos en grasa, sodio y azucares, aunado a la poca actividad física, esto se puede prevenir inculcando hábitos sanos.

Las y los padres de familia, así como tutores, son los principales promotores del consumo de alimentos, de ahí que se debe favorecer la educación alimentaria basada en el Plato del Bien Comer, específico.

De tal forma, la dependencia recomienda evitar bebidas con endulzantes artificiales o enlatadas e invitó a consumir agua pura o de fruta natural con poca azúcar, y agregó que se debe proporcionar a las y los infantes comidas nutritivas, puesto que, en la primera infancia es cuando se alcanza el máximo potencial de vitaminas, minerales y proteínas.

Una dieta balanceada otorga energía necesaria, mejora el desempeño escolar y optimiza el crecimiento, está debe conformarse por tres comidas principales y dos colaciones, al prepararse se tiene que enfatizar en las acciones de higiene para evitar infecciones gastrointestinales.

Señaló que la alimentación diaria de las familias debe incluir alimentos ricos en hierro como: verduras de color verde (espinaca, acelga, brócoli, legumbres), así como lentejas, hígado, nueces, entre otros, además de vitamina C como los cítricos (limón, mandarina, naranja, toronja) para que así el hierro se aproveche mejor.

La institución instó también a consumir no más de dos veces por semana carne, de preferencia pescado o pollo, y después de los tres años de edad, en lugar de ingerir leche de vaca, se opte por beber leche vegetal (avena, almendras, coco o arroz).

Igualmente, las colaciones entre comidas deben ser pequeñas porciones de frutas de temporada (naranja, manzana, mango, plátano), alguna verdura (pepino con limón, jícama, zanahoria, betabel, chayote), una barra de amaranto, semillas, granola, cacahuates, yogurt descremado, avena, trigo, frutos secos, por mencionar algunos, y evitar la comida chatarra para saciar la ansiedad o el hambre.