Fotoperiodista agredida

0
784

ERNESTO REYES

El pasado 8 de marzo, en nuestra ciudad capital, se llevaron a cabo al menos cuatro manifestaciones de mujeres a fin de denunciar que este género sigue sufriendo desigualdad y violencia, ante la mirada impasible de funcionarios y gobernantes muy poco sensibles y omisos.

En el marco de las libertades de que gozamos, las protestas pusieron de manifiesto el desinterés de las instituciones para atender con eficacia las necesidades más vitales y de justicia que tienen las mujeres. Particularmente, denuncias sobre violación a sus derechos fundamentales.

Según organizaciones de mujeres, entre el 2016 y 2022, suman más de 600 feminicidios y mil 600 desapariciones. En el primer trimestre de este año, una veintena de mujeres ha perdido la vida por un delito recurrente: el feminicidio, que a veces es negado por las autoridades. Es triste constatar cómo, frente a los casos denunciados, existen, hasta la fecha, muy pocos expedientes resueltos para castigar de manera ejemplar a los agresores, y que la víctima y sus familiares se sientan protegidos.

El día de referencia, mientras gritaban consignas, un grupo de manifestantes que realizaba el recorrido entre el paseo Juárez y la fuente de las 8 regiones, fueron sorprendidas por un agresivo sujeto, cuando la columna había doblado por la antigua calle de Naranjos, rumbo a Nezahualcóyotl, en la colonia Reforma.

De manera intempestiva, el tipo comenzó a perseguir a las participantes con piedras y con un instrumento punzocortante en las manos. Era una tijera podadora de jardín que, usándola como arma, la utilizó el muy cobarde en contra de la fotoperiodista Erika Juárez, quien en ese momento realizaba una transmisión en vivo para Códices Oaxaca, medio de comunicación digital del que es colaboradora.

Cobarde y ruin, el tipo la atacó por la espalda, causándole heridas en la cabeza que requirieron de una sutura de cinco puntos. Sin embargo, por la rapidez de los hechos, las manifestantes se percataron después que lo habían ahuyentado, que la periodista estaba lesionada.

Érika es una joven reportera gráfica, que ha documentado hechos de interés periodístico en Oaxaca y otros estados. Como periodista era genuino su interés por cubrir una de las marchas organizadas en esta fecha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer.

Después de recibir atención médica, ella misma envió un mensaje demandando auxilio, llamado que ha tenido poca resonancia: “Quiero alzar la voz porque hoy fui yo, mañana puedes ser tú. Pido a las autoridades justicia para que casos como el mío no queden impunes, así como el de otros casos de mujeres que han sido agredidas por un hombre”, expresó.

Según relató aquí en Noticias, Citlalli López, “las mismas mujeres de la marcha lograron desarmar y someter al agresor, quien pese al delito cometido buscó la ayuda de elementos de la policía que presuntamente escoltaban por seguridad el contingente”. En otro video el agresor presume con orgullo: “A tres les di en su madre”.

Pero aparte de la agresión física, que ameritó la intervención de la Defensoría de Derechos Humanos y Fiscalía General del Estado de Oaxaca, donde inicialmente radicó su denuncia, la comunicadora ha pasado por momentos difíciles que requieren de atención por parte de instituciones y organismos especializados en la defensa de las y los periodistas. Ah, y de la solidaridad y acompañamiento de sus propios colegas para que no se sienta sola. Por experiencia se sabe que, si no se actúa con prontitud, el agresor huye o prepara su defensa.

Érika necesita de apoyo psicológico y legal para recuperar la tranquilidad emocional, además de contar con mecanismos de protección para su seguridad personal de los que ahora carece.

Este caso ilustra lo que se vive en todo el país, en materia de violencia en contra de la prensa. Junto a asesinatos y ejecuciones, suman cientos de profesionales de la comunicación, que están siendo hostigados y perseguidos por decir la verdad. Érika Juárez cuenta con todo nuestro apoyo y solidaridad. Hagamos que vuelva a disfrutar de este hermoso oficio y que su agresor no se salga con la suya.

@ernestoreyes14

-0-