Enfrenta Morena difícil reconciliación

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REFORMA

Érika Hernández

Cd. de México.- Morena enfrenta una resistencia a la unidad en los seis estados donde habrá cambio de Gobernador.

El líder nacional del partido, Mario Delgado, ha minimizado las inconformidades, argumentando que son pequeños grupos.

Algunos aspirantes están a la espera del resolutivo de tribunales electorales sobre rehacer el proceso.

En Aguascalientes, donde se decidió por cuestión de género que la candidata fuera la ex superdelegada de programas sociales, Nora Ruvalcaba, la dirigencia nacional logró sumar a los principales contendientes a la campaña.

Así, el empresario Arturo Ávila, quien ganó la encuesta entre los aspirantes a la candidatura, será coordinador de las estructuras de defensa del voto; mientras que Aldo Ruiz, también ex superdelegado, estará a cargo de la promoción del voto.

Sin embargo, sus propios compañeros desconfían de él, pues aseguran que es cercano a varios panistas.

Morenistas de la entidad afirmaron que aunque representa a un grupo pequeño, Ricardo Rodríguez, ex director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, y quien aspiraba a la candidatura, busca desestabilizar el proceso, incluso organizó una protesta contra Delegado hace unas semanas en su visita a la entidad.

En Hidalgo, el senador Julio Menchaca prometió a los grupos morenistas más fuertes darles posiciones en el gobierno si gana las elecciones.

“Nosotros no estamos de acuerdo en la imposición de Julio, pero si nos vamos en contra él, podríamos perder la elección si nos movilizamos, nosotros le podríamos aportar más de 200 mil votos”, indicó uno de los ex aspirantes.

“Él nos da la garantía de que seremos parte del gobierno, garantía de que no habrá represión y se arreglarán las cosas que nos preocupan en los municipios, por eso decidimos, a regañadientes, apoyarlo”.

Fuentes del partido en la entidad, afirman que ya se reunió con la mayoría de los 52 ex aspirantes.

Panorama contrario se vive en Durango, donde la dirigencia nacional también sacrificó al senador José Ramón Enríquez, quien ganó la encuesta, para darle la posición a Marina Vitela por el principio de paridad.

El grupo del legislador es considerado uno de los más fuertes en la entidad, y de acuerdo con algunos de sus compañeros, Enríquez sigue molesto por la decisión de la cúpula partidista y no quiere sentarse a dialogar para ir en unidad.

La senadora Margarita Vélez, quien también aspiraba a la candidatura, afirmó que quienes contendieron por esa posición deben aceptar que, aunque les guste o no, ya está tomada la decisión, y ahora deben trabajar juntos para ganar.

Además, dijo, es la primera vez que competirá una mujer, por lo que todos los morenistas deberían respaldarla.

“Es momento de superar las diferencias, hay que ponderar el diálogo, el llegar a convenios, pactar, no somos opositores los unos a los otros.

“Yo vengo de los partidos de izquierda, y siempre la visión ha sido, a los partidos la gente aporta lo que tiene, la congruencia, la sensatez, la fraternidad, ojalá lo sepan (quienes están en contra)”, afirmó.

En Oaxaca, dos de los aspirantes, Alberto Esteva y la senadora Susana Harp mantienen procesos en tribunales electorales para rehacer el proceso interno.

El miércoles, la Sala Superior ordenó al Tribunal Electoral local emitir una nueva sentencia sobre la impugnación de la senadora, en la que reclama injusto haber designado a Salomón Jara como candidato.

“Lo que estoy exigiendo es que se limpie el proceso. En mi caso me desecharon de la encuesta, no me dieron el derecho de medirme pese a que me inscribí como aspirante externo. El proceso está lleno de irregularidades, y si hay justicia electoral vamos a ganar el proceso”, afirmó Esteva, quien ha solicitado, vía transparencia, los detalles de la encuesta, sin tener éxito.

En Tamaulipas, Maki Ortiz, recurrió al Tribunal Electoral para impugnar el fallo de la Comisión de Honestidad y Justicia en el que confirman a Américo Villarreal como precandidato único a la Gubernatura. También denunció que días antes de realizar la encuesta la dirigencia ya había decidido que el senador sería el abanderado.

Mientras que Alejandro Rojas Díaz Durán, cercano a Ricardo Monreal, inició una campaña de rebelión con morenistas de 40 municipios tamaulipecos, quienes lo designaron como el “candidato legítimo” para exigir que se rehaga el proceso interno.

De no lograrlo, advierten que promoverán no votar por Villarreal, pues, consideran, no despunta en las encuestas, y se le liga con algunos delincuentes.

En Quintana Roo, el senador José Luis Pech, quien aspiraba a la candidatura, descartó apoyar a la Alcaldesa Mara Lezama -elegida por la dirigencia-, y aseveró que no es posible mantener la unidad para las elecciones en ese estado.

Varios de los aspirantes decidieron no respaldar a la precandidata única, que tendrá el apoyo del Partido Verde.