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Recalentar los alimentos, es una acción tan común en la vida diaria que en algunas comidas como la pasta, resulta beneficioso para el organismo.
Este proceso se realiza al baño María, sobre el fuego o en el horno, clásico o de microondas. Sin embargo, es en estas últimas herramientas, donde ejecutar esta acción resulta peligroso.
Aquí se encuentran pequeños huecos donde las bacterias se pueden alojar y, por ende, sobrevivir. Por ello, se recomienda calentar la comida de manera uniforme, es decir, sacarla del horno de microondas, revolver y volverla a meter para que se caliente sobre 60°C por todas partes.
También debes cubrir tus alimentos al cocinarlos y limpiar con frecuencia tu horno para evitar la contaminación de posibles microorganismos.
Según la Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido (FSA), lo recomendable es recalentar la comida solo una vez, aunque probablemente lo hagas más veces, esto llevará a que tu comida vaya perdiendo su sabor.
