7 mujeres hablan acerca de todos los prejuicios por no tener hijos

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Huffingtonpost

Ciudad de México. En 2017 existe todavía la noción social de que las mujeres tienen que tener hijos, pero en realidad, el ser mujer no es sinónimo de ser madre.

Las estadísticas más recientes sobre el tamaño de las familias indican que sólo el 9% de las mujeres que nacieron en 1946 no tuvieron hijos. En comparación, el 17% de las mujeres que nacieron en 1970 y que ahora tienen 47 años no tienen hijos.

Algunos reportes recientes indican que esta tendencia no da señales de decrecer y el número de mujeres sin hijos va en aumento. ¿No creen que es momento de dejar de presionar a las mujeres sobre sus planes de tener hijos?

Existen un sinfín de razones por las cuales una mujer no tiene hijos y éstas van de la decisión personal a las circunstancias médicas. Cada uno de estos motivos es igualmente digno de discreción y respeto.

Siete mujeres nos cuentan sobre las singulares vidas que llevan sin tener hijos ,para que lo pienses dos veces antes de preguntarle a alguien que cuándo va a tener hijos.

Lizi Legge
Directora de social media y bloguera de estilo de vida, 25 años.
“Quiero dedicarme por completo a mi carrera”.

“La mayor parte de mi vida adulta he estado segura de que no quiero tener hijos. Mi argumento es que tener un hijo no concuerda con el estilo de vida que quiero llevar. Quiero dedicarme por completo a mi carrera mientras estoy joven y tomarme un año sin trabajo a estas alturas, especialmente en una industria que se mueve tan rápido, podría afectarme mucho”.

“Además, no quiero invertir un año de mi sueldo en una pensión, no quiero depender de una pareja, porque todos sabemos que el sueldo por maternidad es una basura, y tampoco quiero quedarme en un lugar fijo a causa de las escuelas”.

“Además me preocuparía mucho tener un hijo cuando el Servicio Nacional de Salud es tan complicado y yo no puedo pagar un médico particular o un seguro para mi, menos para un niño”.

“Creo que cada vez me parece más frustrante que la gente me diga ‘vas a cambiar de opinión’ cuando yo nunca le haría ese mismo comentario a alguien que quiera tener hijos. Mis amigos y mis familiares tienen hijos y los aman a morir, pero hacen a un lado sus aspiraciones laborales.

Me han dicho que soy “insensible” que “carezco de instinto materno” pero la verdad es que creo que tener un hijo por presiones sociales es muy egoísta, así es que prefiero no hacerlo”.

Emma Sexton
Locutora de Badass Women’s Hour en talkRADIO, 41 años.
“Pienso en la adopción”.

Tengo 41 años y decidí no tener hijos. Desde que tenía 11 años ya sabía que no quería tenerlos y cuando vi el primer capítulo de Home and Away! quedé impresionada con Pippa y su familia adoptiva. Por alguna razón me impresionaba mucho. Nunca me he imaginado en el futuro con niños, pero sí he pensado en adoptar en un futuro.

“Amo a los niños y creo que una niñez feliz y positiva te convierte en un adulto feliz. Hay tantos niños en este mundo que tienen una infancia terrible sin haber tenido culpa alguna y me gustaría ayudar a los que realmente lo necesitan. Un factor sería el del medio ambiente. Me preocuparía mucho traer a un niño a este mundo cuando enfrentamos una crisis de población, y nadie quiere hablar al respecto.

“En cuanto a tener mis propios hijos biológicos, la verdad es que nunca he querido una versión chiquita de mi. Hay que dedicarle tanto tiempo y sacrificio, y la responsabilidad recae casi exclusivamente en la mujer. Veo que los niños llenan de alegría el mundo pero se que puedo experimentar esto sin crear mi propio hijo.

“Al principio esta decisión fue muy difícil porque hay pocos modelos a seguir para mi de otras mujeres sin hijos. Mis amigos y mi familia siempre me decían que iba a ‘cambiar de opinión’, pero esos comentarios me atormentaban, especialmente al principio de mis treintas. Incluso tuve una etapa en la que me quedaba viendo a los bebés para ver si esto me hacía desearlos.

“Ahora estoy en paz con mi decisión (siempre lo he estado, la gente no) y creo que es muy importante demostrarle a las mujeres que hay otras opciones”.

Carly Ellen Lee
Coordinadora de servicios de discapacidad y bloguera, 29 años
“Me diagnosticaron con síndrome de ovarios poliquísticos”.

Desde niña he sabido que quiero tener hijos. Cuando conocí a mi esposo hace 13 años apenas teníamos 16 y 21, pero una de nuestras primeras conversaciones fue sobre los hijos que queríamos tener y era una conversación que haría que siguiéramos o no juntos. No era algo que quisiéramos de inmediato, éramos muy jóvenes, teníamos que estudiar, viajar y carreras que seguir, pero teníamos ese objetivo.

“Empezamos a tratar de tener bebés desde que nos casamos hace ocho años. Durante 12 meses lo intentamos naturalmente (que es el tiempo que se recomienda) y después buscamos ayuda de un médico para investigar. Me diagnosticaron con el síndrome de los ovarios poliquísticos y descubrí muy pronto que no ovulo naturalmente”.

“Completamos tres ciclos de clomid para inducir la ovulación con medicamentos, pero no resultó, lo que significa que no me ayudó a ovular. Después nos mandaron a la fecundación in vitro. Para empezar, estimulamos la ovulación pero después de cuatro ciclos no tuvimos suerte. Después buscamos la fertilización in vitro total. Y después de seis años completamos siete ciclos adicionales con una mezcla de ciclos estimulados y transferencia de embriones congelados. Nos hemos embarazado dos veces en este tiempo, pero las dos veces el embarazo acabó muy pronto.

“Creo que la sociedad espera que las mujeres tengan hijos, siempre que conozco a alguien me lo pregunta. Cuando contesto que no, la pregunta que sigue inmediatamente es que si los quiero tener. Esta es una pregunta con la que he batallado mucho durante años.

“La infertilidad me hace sentir inferior, culpable, triste, sola, deprimida, inestable, reservada, exhausta, desconsolada, incompleta, rota y fracasada”.

CEO de Twisted Lingerie, 31 años
“Mi esposo no quiere tener hijos”.

Mi esposo no quiere tener hijos y yo decidí aceptarlo así. Llevamos dos años hablando de tener hijos y durante mucho tiempo creíamos que él no estaba listo.

“A finales del año pasado nos empezó a quedar claro que tal vez él no quería tener hijos. Creo que se debe mucho al estilo de vida, le encanta su vida y no puede imaginar cambiarla. Mientras más hablábamos, más nos dábamos cuenta los dos de que él no es del tipo paternal y que no tienen ningún deseo de criar hijos.

“Nos conocimos a los veintitantos, y tener hijos parecía algo muy lejano, y yo creo que él ni siquiera lo pensaba. Fue hasta que la pregunta se volvió ‘real’ que se detuvo a reflexionar si era algo que él realmente deseaba.”

“Yo quería hijos antes de conocer a mi esposo y para ser honesta, todavía los deseo. Soy la mayor de cuatro hermanos y la familia es súper importante para mi. Al principio estaba muy triste cuando me lo dijo en tono de broma, como es él. Creo que él se dio cuenta de cuánto los quería yo y para él era muy difícil tocar el tema. Aunque todavía me queda la sensación de que me voy a perder de algo, ahora estoy más tranquila con la situación y con una especie de emoción al pensar un futuro diferente al que imaginaba. Amo a mi marido y amo nuestra vida juntos. Y de hecho tomé la decisión de comprometerme con él y esa vida y lo que nos depare el futuro juntos y de olvidarme de los niños para hacerlo así.

“Creo que nuestra sociedad considera que las mujeres que no tienen hijos son algo anormal o extraño. Se nos juzga mucho, en ocasiones nos tienen lástima y además está la percepción de que no quieres participar en eventos familiares porque no puedes o no te gusta relacionarte con los niños, o algo así. Y yo no creo que a los hombres sin hijos se les trate igual, lo cual hace que la situación sea todavía más frustrante.

“Al principio la reacción de mis seres queridos no fue la mejor. Mis amigos y mi familia me sugerían dejar a mi esposo o obligarlo a tener un hijo y muchas veces me dijeron que me iba a arrepentir de mi decisión. Fue una época en la que estuve muy sola. Estaba tratando de procesar lo que me había dicho mi esposo y tenía la necesidad de hablar con mis seres queridos, pero como mi familia y mis amigos sabían que yo siempre había querido tener hijos, creo que entraron en shock y no sabían qué decir. También me sorprendía que mis seres queridos tomarán la situación de una manera tan personal, una amiga me dijo que lloró cuando le platiqué.

“Ahora, cuando mis seres queridos terminaron de procesarlo, el ‘tema’ ya no lo es, y aunque tal vez no están de acuerdo, siento que me apoyan, y que lo seguirán haciendo”.

“Como muchas otras personas, yo no quería hijos cuando era niña, ni en la adolescencia ni en mis veintes. Yo pensaba que tal vez los querría después porque todo el mundo habla del ‘reloj biológico’ como si fuera algo real y comprobado, pero resultó no ser así. No tengo ningún deseo innato de tener hijos y aunque mucha gente trata de convencerme de lo contrario, la verdad es que no me interesa.”

“Me esterilizaron a los 30 después de una larga y frustrante batalla con el Servicio Nacional de Salud. Yo quería que me amarraban las trompas de falopio porque sabía que nunca iba a querer niños y porque los anticonceptivos hormonales me estaban provocando todo tipo de problemas, como pasa con muchas mujeres.

“Me parecía raro y grotesco que los médicos se preocuparan tanto por cuidar mi fertilidad a costa de mi propia voluntad. Parecía que ellos sabían mejor que yo lo que yo necesitaba en realidad. Entiendo que la gente cambia de opinión, pero por lo regular no lo hace la gente que ha escrito largos ensayos al respecto y que ha encabezado campañas para que le aten las trompas para que los anticonceptivos no las hagan sentir tan mal. Me informé muy bien y tenía un buen historial de investigación sobre la esterilización. Me tomó cuatro años y muchas visitas al médico general lo que significó una decepcionante pérdida de tiempo para ellos y para mi.

“Me parece un poco ridículo el estereotipo del monstruo egoísta que es la mujer que decide no tener hijos. He preguntado una y otra vez por qué es egoísta no tener hijos cuando estoy segura de que no seré una buena madre. ¿No es más egoísta tenerlos de cualquier forma y después no cuidarlos? ¿No es menos egoísta atar tus trompas que embarazarte con un bebé que no deseas? No entiendo los argumentos.

“Las únicas mujeres libres que ves en el cine y la TV son mujeres terriblemente tristes que quieren ser madres, o brujas horribles con motivos siniestros. Algunas no queremos bebés, y eso es tan válido como querer cinco”.

“Resulta sorprendente la cantidad de veces que surge el tema de los hijos, se considera charla cotidiana, pero debe ser devastadora para aquellos que están en un proceso de fertilización in vitro o tratando de concebir. Los planes para tener hijos de las personas no son asunto de nadie. A veces me tienta el deseo de mentir a las personas que me preguntan por “mis hijos”, cuando asumen que los tengo porque en demasiadas ocasiones he visto cómo se desmorona una sonrisa benevolente para transformarse en disgusto y crítica porque les cuento que “acabé” con mi fertilidad. Pero digo la verdad, los miro a los ojos, y respondo a sus argumentos irracionales. Porque la gente que hace esas preguntas y juzga las respuestas y tiene que aprender y si yo los enfrento tal vez no haga esas preguntas a mujeres que acaban de perder un bebé”:

Proveedora de catering autoempleada, 37 años.
“Si tuviera hijos me gustaría tener una pareja”.

“A finales o mediados de mis veintes decidí que no quería tener hijos. Tuve problemas de salud mental desde que era una niña y me parecía muy injusto pasarlos a mis hijos, ya fuera heredados, o aprendidos, o para lidiar con ellos”.

“Al pasar de los años he sufrido ansiedad, ataques de pánico, soledad, desórdenes alimenticios, dismorfia corporal, psicosis, depresión, alcoholismo y otro tipo de adicciones. Provengo de una familia en la que prevalecen los problemas de salud mental. Me parecía que si tenía un hijo estaría condenado de alguna manera a seguir mis pasos y me parecía muy injusto que la persona a la que más podía querer en mi vida sufriría lo mismo que yo.

“Por el momento tengo mis problemas resueltos gracias a la terapia y los cambios en mi dieta, pero no tengo no tengo pareja. No tengo problema con eso por ahora, estoy contenta conmigo misma, así es que cualquier cosa extra es un bono. Pero me gustaría tener una pareja si fuera a tener hijos. Crecí en una familia en la que no estuvieron presentes los dos padres y entiendo lo difícil que es tanto para el padre como para el hijo. Respeto mucho a la gente que lo hace, pero no es opción para mi. Si conozco a alguien y todo funciona bien, entonces todo bien, pero si no pues no. Ya he llorado lo suficiente al respecto en el pasado, pero la vida es lo que es”.

“Parece que existe la creencia de que tener hijos es lo único que quieren las mujeres, o poder tenerlos. Como me veo joven, siempre me dicen que “te quedan siglos para establecerte y tener una familia”. A nadie le importa si los quiero o puedo tener.

“Tengo amigas sin hijos que están devastadas y otras a las que no les preocupa. Parece que es lo único y el único fin de la identidad femenina la mayor parte del tiempo”:

“Las mujeres no entienden por qué no quiero un bebé”.

“Yo tenía unos 11 ó 12 años cuando les dije a mis padres que no quería tener hijos propios. Casi fue un shock para mi mamá que es muy maternal y que habría querido tener otros hijos aparte de nosotros tres. A esa corta edad creo que ya sabía que había muchas cosas que quería hacer cuando fuera adulta y que me darían gran satisfacción. Tengo una afinidad natural con los niños y amé trabajar como asistente de maestra durante cinco años después de haber terminado el college, pero siempre me sentía feliz cuando recuperaba mi libertad al final del día”.

“Siempre he sido muy directa con mis parejas en potencia para no quitarles la opción en caso de que fuera parte de sus planes de vida. Llevo 12 años con mi pareja y cuando le pregunté lo que sentía me dijo que siempre había asumido que terminaría casado y con hijos sólo porque eso es lo que la mayoría de la gente hace. Sin embargo, él está tan feliz como yo con nuestras opciones de vida porque nunca sabe lo que tiene que hacer cuando hay bebés o niños cerca. Prefiere nuestras vacaciones en California en un hotel para adultos y siempre prefiere los restaurantes en donde no hay niños. Pero sí le encantaría tener un perro.

“A lo largo de mi vida, una mujer siempre me ha dicho que voy a cambiar de opinión cuando sea grande. Naturalmente asumen que una familia se crea cuando le agregas niños a la mezcla. Yo sólo sonrío y asiento porque ya aprendí que hay muchas mujeres que no entienden por qué no quiero un bebé”.

“Aunque siempre he estado abierta al cambio, nunca he sentido la necesidad de estructurar mi vida alrededor de los niños. Sólo con el pasar de los años he conocido a otras mujeres que sienten lo mismo que yo e inmediatamente se crea un lazo entre nosotras. Nos han juzgado en silencio (casi siempre) por nuestra decisión consciente, y sospecho que hay un dejo de envidia cuando ven la familia libre y feliz que mi pareja y yo amamos.

Los nombres con * se cambiaron para proteger la identidad de la persona a petición de ellas. Todas las imágenes son de modelos.