Educar para la sustentabilidad

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Paola Gutiérrez Galindo.

Oaxaca de Juárez. Los cambios que la humanidad requiere para resolver la crisis socio-ambiental que actualmente enfrentamos, implican el desarrollo y ejecución de una serie de medidas tales como: políticas públicas, sanciones, inversión en proyectos sustentables y formación de ciudadanía responsable con la sostenibilidad, a través de un proceso integrado por difusión de conocimientos y sensibilización para redundar en acciones efectivas en pro de la sustentabilidad. A este esfuerzo se le conoce generalmente como educación ambiental, cuya importancia fue identificada desde la década de los 60´s y retomada en el principio 19 de la declaración de la Cumbre sobre Medio Humano, celebrada en 1972 en Estocolmo, donde se reconoce que es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales..

Bajo este contexto, diversas reuniones internacionales en materia de medio ambiente y de educación ambiental, delinearon los fundamentos y propuestas sobre metodologías, modalidades y formas de operar de esta disciplina, con el surgimiento de conceptos como: alfabetización ambiental, comunicación ambiental, entre otros. En la Declaración de Río 1992, se propone reorientar la ¨educación hacia el desarrollo sostenible¨, que actualmente presenta una fuerte inercia a nivel internacional, adoptada principalmente por la UNESCO.

A nivel nacional, la educación ambiental surge desde la década de los 80 y se institucionaliza en los 90´s con la creación del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, que ha trabajado en coordinación con gobiernos estatales y organizaciones de la sociedad civil, como diversas redes de educadores ambientales entre las que destaca la Academia Nacional de Educación Ambiental (ANEA); obteniendo Importantes logros como: el reconocimiento legal de la educación ambiental (artículo 39 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente), incorporación de contenidos de educación ambiental en libros de texto de nivel básico y la existencia de maestrías y diplomados en la materia, para formar educadores ambientales y promover investigación relacionada; sin embargo, en los últimos años se observa el abandono de la educación ambiental por el gobierno federal, como el desmantelamiento de espacios de educación ambiental y la reducción del personal dedicado a esta actividad, lo que representa una amenaza para la continuidad de planes y programas relacionados con dichos procesos de formación.

En nuestra entidad, como única referencia oficial, se cuenta con un Programa de Educación Ambiental para el Estado, elaborado en el año 2004 y que contó con poca operatividad, por lo que es necesario fortalecer a través de la creación de un Programa Estatal de Educación para el Desarrollo Sostenible, cuyos temas medulares deberán ser:

• Conformar la red de educadores ambientales del Estado de Oaxaca.
• Incorporar experiencias de organizaciones civiles y académicos, así como procesos comunitarios, entre ellos los apartados para el medio ambiente de la educación intercultural y comunalidad.
• Promover procesos participativos e incluyentes con los actores involucrados.
• Establecer compromisos de continuidad, a través de la asignación de recursos y personal capacitado para esta tarea.
• Seguimiento y evaluación para identificar la efectividad de los programas desarrollados.
• Establecer la educación ambiental como uno de los cimientos para la transversalidad de la sustentabilidad, considerada como eje del desarrollo de la entidad para este sexenio.

Mi aportación a este tópico, consiste en trabajar para el fortalecimiento del marco legal estatal, promoviendo la educación ambiental en las leyes de la materia, así como la firma del compromiso con la Educación para la Sostenibilidad por parte del Gobierno Estatal y participar activamente en una iniciativa de educación ambiental al interior del Estado, de la