Reconoce Cué contribución de las Fuerzas Armadas en la salvaguarda física y patrimonial de Oaxaca

0
283

Oaxaca de Juárez. El Gobernador Gabino Cué Monteagudo afirmó que con el respaldo invaluable y solidario de las Fuerzas Armadas de México, el Gobierno de Oaxaca se encuentra preparado para enfrentar la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2016, que comprende el periodo del 15 de mayo al 30 de noviembre del presente año.

Lo anterior, luego de participar junto con el Comandante de la VIII Región Militar, General Diplomado de Estado Mayor, Juan Ernesto Antonio Bernal Reyes, en el pase de revista al personal del Ejército Mexicano que tiene bajo su responsabilidad el Plan DN-III-E; instrumento que establece los lineamientos a las fuerzas castrenses, para realizar actividades de auxilio a la población civil afectada por desastres naturales.

Durante un recorrido por el 6/o Regimiento de Artillería de la 28/a Zona Militar, el Jefe del Poder Ejecutivo Estatal constató el equipo táctico, operativo y tecnológico con que cuenta la Comandancia de VIII Región Militar, para hacer frente ante cualquier contingencia que solicite en lo inmediato la intervención del personal castrense en las ocho regiones del estado.

En este marco y en nombre del Pueblo y Gobierno de Oaxaca, Cué Monteagudo expresó su más amplio reconocimiento a los mandos, oficiales y personal de tropa que participan en la operación del Plan DN-III-E, con el objetivo fundamental de salvaguardar la integridad física y patrimonial de la ciudadanía en casos de desastres naturales, así como en la defensa de la Soberanía, paz y seguridad del territorio mexicano.

Durante el recorrido, el mandatario recorrió los stands instalados para la operación del Plan DN-III-E, donde además de conocer el equipo que compone este importante esquema de salvamento y auxilio a la población, le mostraron las áreas que componen las fuerzas armadas, como son buzos de combate, aeromóviles, tiradores selectos, armamento, equipos de transmisión, patrullas, ambulancias, cocinas móviles, puestos de socorro, vehículos, maquinaria para liberar caminos y un grupo canino de salvamento.

El Jefe del Ejecutivo Estatal sostuvo que las mujeres y hombres que integran las fuerzas castrenses cumplen su trabajo con honor y patriotismo, arriesgando, incluso su propia vida en favor del pueblo mexicano, así como contribuir en la construcción de un país seguro y en paz que exige y merece la sociedad.

Expresó que el Gobierno de Oaxaca reconoce la labor invaluable que realizan los soldados de México en la salvaguarda de la soberanía del país, así como en su lucha inquebrantable por garantizar la seguridad y protección de todos los mexicanos -pero sobre todo- el apoyo humanitario que brindan a las familias afectadas por los fenómenos hidrometeorológicos a lo largo y ancho de los 568 kilómetros de litoral oaxaqueño, que representa el 5.1% de la Costa Mexicana, donde se asientan 50 municipios de la región Costa y 41 más en la zona del Istmo, que concentra una población superior a un millón 100 mil habitantes.

En tal sentido, Gabino Cué precisó que los embates de los fenómenos naturales que año con año se presentan en gran parte del territorio oaxaqueño, ponen a prueba la capacidad de respuesta de la Federación, Gobiernos Estatal y Fuerzas Ramadas de México, como ha quedado demostrado al enfrentar y superar exitosamente el deslave que afectó a la población de Santa María Tlahuitoltepec, en la región Mixe, en 2010, así como el movimiento de laderas registrado en Santiago y Santa Cruz Mitlatongo, región Mixteca, en 2011.

El gobernador oaxaqueño recordó que la acción coordinada de los tres órdenes de gobierno y el apoyo solidario del Ejército Mexicano y la Marina Armada de México, permitió también atender con eficiencia y profesionalismo a la población afectada en el mes de junio de 2012, por el huracán “Carlotta” y la tormenta tropical “Ernesto”, así como los efectos devastadores del huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”, afectando a pobladores de las regiones Costa, Istmo, Sierra Sur, Papaloapan y Mixteca, fundamentalmente, sin que se registrará la pérdida de vidas humanas.

“Federación, Estado y Municipios debemos trabajar unidos y cada vez mejor preparados, fortaleciendo nuestra capacidad de organización e intervención para evitar pérdidas humanas, así como daños al patrimonio de las familias y a la economía del país”, expresó.

En su oportunidad, el Coronel de Artillería, José Antonio Hernández Macías, explicó que el Plan DN-III-E, se divide en tres fases: Prevención, Auxilio y Recuperación, donde se llevan a cabo instalación de albergues, centros de acopio, puentes aéreos, células de servicio médico, cocinas comunitarias, células de búsqueda, salvamento y rescate, limpieza, saneamiento y Seguridad.

PLAN DN-III-E, respuesta oportuna y solidaria

El Plan DN-III-E, es un instrumento operativo militar que establece los lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos para realizar actividades de auxilio para la población civil afectada por cualquier tipo de desastre.

Este plan surgió en mayo de 1966, ante el desbordamiento del Río Pánuco que provocó graves daños en los estados de Veracruz y Tamaulipas, por lo que ante la falta de un organismo específico que acudiera de inmediato al auxilio de los habitantes de las zonas afectadas, el Gobierno de la República giró instrucciones para que la Secretaría de la Defensa Nacional elaborará y aplicará un Plan, a fin de garantizar la oportuna asistencia a las poblaciones afectadas.

En cumplimento a este mandato y derivado de la planeación estratégico-militar, se implementó el “El Plan de Auxilio de la Población Civil” recibiendo la denominación de “Plan DN-III-E” al integrarse como anexo “E” del Plan Director de Defensa Nacional entonces vigente.

En este Plan participa también la Fuerza Aérea Mexicana, con aeronaves de ala fija y ala rotativa, por medio de las cuales organiza el traslado del personal, víveres y material de área afectada, de igual forma se emplea para la evacuación de personas.

También mantiene un estrecho vínculo con autoridades civiles para hacer más eficiente las tareas de auxilio y una vez pasada la emergencia, respecto al manejo de albergues, centros de acopio y actividades de seguridad.