Se apaga la Estela de Luz

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A menos de cuatro años de su inauguración la Estela de Luz comenzó a fallar, por lo que es sometida a trabajos de mantenimiento. “El uso y el tiempo” provocaron que siete de las 125 máquinas que controlan su sistema de iluminación resultaran afectadas, dejando espacios del monumento en la oscuridad. Hasta el momento han sido reparadas cuatro de ellas y se espera que el resto quede listo en el próximo mes. Por lo pronto la estela seguirá “fundida” de al menos 20 de sus placas de cuarzo.

“Los foquitos que están fallando no están fundidos”, explica Grace Quintanilla, directora del Centro de Cultura Digital (CCD), espacio que desde hace tres años tiene su sede en las instalaciones del monumento.

De acuerdo con la funcionaria las fallas en el sistema han sido provocadas por el paso de los tres años y medio que la obra tiene de haber sido inaugurada, y que su intervención forma parte de su programa permanente de mantenimiento que representa un gasto anual de 2.5 millones de pesos.

Quintanilla dice que el personal que se encarga de reparar las anomalías no ha podido señalar cuáles fueron las causas que ocasionaron las fallas; ella opina que fue el tiempo: “no nos han podido decir cuál fue el problema que lo ocasionó, pero las máquinas se descomponen, están expuestas a eso, pues es el uso y el tiempo, no fue producto de negligencia o de algún otra cosa que pudo haberlas dañado, la verdad es que se les da el mantenimiento y el cuidado que se nos instruyó que se diera; simple y sencillamente pues a veces fallan”.

La también promotora cultural explica que la apariencia que se ve a simple vista de la estela, con algunos tramos apagados de sus 104 metros de altura, no es provocado porque las luminarias estén fundidas. Lo que ha fallado son algunos componentes del complejo sistema que permite actuar de manera conjunta la luz que tiene el monumento, construido para conmemorar el Bicentenario de la Independencia en 2010, pero inaugurado con más de dos años de retraso el 7 de enero de 2012.

La obra, cuya inversión sobrepasó los mil 300 millones de pesos, cuenta con mil 704 paneles de cuarzo divididos en diferentes módulos; físicamente cada uno de ellos está formado por dos placas encontradas que en su interior cuentan con una línea de luces LED. Cada 12 placas son controladas por una máquina que se encuentra en el interior; en total suman 125 y están interconectadas para ser controladas por un sistema de programación que permite iluminar y crear las diferentes apariencias lumínicas de la estela.

“Los expertos nos dicen: ‘es que no hay fallas en las placas directamente, las placas con los foquitos están bien de funcionamiento, el problema es más bien los módulos que controlan esas placas’. Empezaron a fallar y se hizo todo el proceso de licitación para contratar el servicio correctivo y preventivo y se comenzó el trabajo, se corrigieron los problemas; había máquinas que no funcionaban, ya fueron reparadas cuatro y quedan tres para las que se construyen los repuestos; éstas controlan 20 cuarzos que son los que ahorita están apagados”, afirma.

Año con año la Estela de Luz, que la administración panista de Felipe Calderón heredó a la presidencia de Conaculta, sigue necesitando recursos. Quintanilla dice que sólo el monumento requiere anualmente de 2.5 millones de pesos. En ese presupuesto está incluido el mantenimiento preventivo y correctivo; es decir, la manutención regular de los módulos y las placas de cuarzo, el remplazo de los elementos que resulten dañados en cada uno de los módulos, la limpieza anual de todo el monumento y todo lo que se requiera en el site o controlador eléctrico y digital del monumento, lugar que debe contar con temperatura estable, “tenemos que estar revisando con mucho cuidado que el aire acondicionado esté a la temperatura y demás”.

Este año, agrega, el programa de mantenimiento concluirá en un mes con la reparación de los tres módulos faltantes y una limpieza general de la obra. “La limpieza es una vez al año, la última vez se hizo el año pasado, se hace con unas góndolas que se colocan a cada lado de la estela y suben con un sistema que ya estaba construido, se limpia placa por placa; en caso de que se tuviera que sustituir alguna de las placas aprovecharíamos para eso, pero no lo hemos tenido que hacer hasta el día de hoy”.

Periodo difícil

El Centro de Cultura Digital, antes también llamado por el Conaculta como Estela de Luz y hoy sólo nombrado como CCD (incluso en su página de internet, donde no existe ninguna referencia a su historia y nacimiento como monumento cívico), cumplirá tres años el próximo 16 de septiembre. “Apropiarse del lugar” como un espacio para las artes digitales, dice Grace Quintanilla “fue difícil”.

Desde su concepción, la Estela de Luz ha estado envuelta en la polémica. Ocho funcionarios fueron declarados culpables por las irregularidades en su construcción e incluso el arquitecto proyectista, César Pérez Becerril, se deslindó del resultado de la obra que ha sido asociada con la corrupción y la manera en que la administración panista decidió conmemorar una efeméride histórica.

“Nos costó mucho trabajo arrancar al principio, porque tuvo que haber todo un proceso de apropiación del espacio, pero también creo que muy pronto se fue dando de manera muy natural la apropiación del CCD, abrimos las puertas a una comunidad muy grande, sobre todo de gente joven que no estaba muy contemplada de manera explícita dentro de los espacios culturales”, dice.

Actualmente, agrega, el espacio que sigue funcionando también como punto de reunión para concentraciones políticas, recibe cerca de ocho mil visitantes mensualmente y ofrece actividades gratuitas como conferencias, seminarios, laboratorios de producción, talleres y exposiciones relacionadas con la producción de videojuegos de autor, música, djs, producción independiente de disqueras, animación, diseño, videomaping y contenidos específicos para la red.