“Los Jara, una familia feliz en el poder”

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#Oaxaca A río revuelto…”Los Jara, una familia feliz en el poder”

En Oaxaca, el discurso de la transformación prometía barrer con los vicios del pasado: el amiguismo, el influyentismo y, sobre todo, el nepotismo. Sin embargo, los hechos han demostrado que, al menos en el gobierno de Salomón Jara (@salomonj), esas viejas prácticas no sólo se mantienen, sino que florecen con descaro.

A más de un año de su administración, el gobernador Jara Cruz ha colocado, en distintos niveles del aparato gubernamental, a una decena de familiares directos. Desde sobrinos hasta su propia hija, el árbol genealógico del mandatario se ha extendido cómodamente por la nómina estatal y federal.

Nombres como Irving López, Katia Bolaños, Lourdes Bolaños, Benjamín Viveros y Shabin Jara no sólo tienen el denominador común del parentesco, sino también el privilegio de ocupar puestos estratégicos. ¿Mérito o apellido?

La cereza del pastel llegó en febrero pasado, cuando su hija, Shunaxhi-Nabaany Magdalena Jara Bolaños, fue designada como encargada de despacho del Infonavit en Oaxaca. El nombramiento provocó un nuevo escándalo que el gobernador trató de minimizar, argumentando que “ella no depende del estado”. El argumento suena más a evasiva que a explicación.

Este gobierno, que en campaña prometió que ningún familiar ocuparía cargos públicos, ha resultado ser una extensión familiar del poder. Mientras los ex burócratas protestan por despidos bajo el disfraz de la austeridad, la familia Jara parece blindada y privilegiada. El pueblo, como siempre, queda mirando desde la banqueta.

El problema ya no es sólo el nepotismo: es la normalización del cinismo. Porque cuando el poder se hereda como si fuera patrimonio familiar, la democracia se convierte en una farsa y la transformación, en un simple slogan.

Hoy la dinastía Jara monopoliza cargos administrativos, políticos y partidistas en Oaxaca.