La Jornada
Ciudad de México. México ha detenido de diciembre a mayo 80 mil personas y las ha devuelto a su lugar de origen, además de que en este periodo 24 mil personas solicitaron refugio en el país y de seguir esta tendencia a fin de año serán 60 mil, indicó el gobierno mexicano para argumentar al estadunidense las acciones que ha realizado en materia migratoria.
En el documento donde se detalla la posición de México en materia migratoria presentado este día en la conferencia que se realizó en la embajada mexicana en Washington, se detalla que el país ha trabajado para abordar el aumento de los flujos migratorios desde Centroamérica para lo cual ha ofrecido la opción de solicitar el estatus de refugiado, se adaptó el marco legal para ofrecer tarjetas regionales a aquellos que desean quedarse o a quienes buscan trabajar en los estados del sur, así como aumentando las acciones de control migratorio en la frontera sur de México y el istmo de Tehuantepec.
Sin estos esfuerzos, los flujos de migrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos podrían ser mayores. “Sin los esfuerzos de México, un cuarto de millón de migrantes adicionales llegarían a la frontera de Estados Unidos en 2019”.
Agregó que desde diciembre de 2018 hasta mayo de 2019, México ha detenido alrededor de 400 personas por actos delictivos relacionados con el tráfico de migrantes. Indicó que desde diciembre pasado, México, siguiendo sus principios humanitarios, permitió el ingreso de ciertos migrantes centroamericanos afectados por la implementación unilateral por parte del Gobierno de Estados Unidos de la Sección 235 (b)(2)(C) de la Ley de inmigración y naturalización.
Ante ello, desde el pasado 29 de mayo, México ha aceptado 8 mil 835 migrantes retornados en espera de una audiencia de asilo en los tribunales de Estados Unidos. Sumado a ello, hay 18 mil 778 personas que esperan en un puerto de entrada fronterizo de Estados Unidos, dentro del territorio mexicano, para presentar sus solicitudes de asilo debido a la implementación de un sistema de metering.
Reiteró que la imposición de aranceles junto con la decisión de cancelar los programas de ayuda en los países del norte de Centroamérica podrían tener un efecto contraproducente y no reducirían los flujos migratorios. “Las tarifas podrían causar inestabilidad financiera y económica, lo que significa que México podría reducir su capacidad para abordar los flujos migratorios y ofrecer alternativas a los nuevos migrantes que han llegado recientemente al país”.
“La propuesta de México es trabajar junto con Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional, particularmente con los países involucrados en el tránsito del flujo, con el objetivo final de reducir la migración forzada al acelerar el desarrollo económico y el bienestar de El Salvador, Guatemala y Honduras. México cree que solo esto abordará las causas fundamentales de la migración y brindará una respuesta integral”.
Aseveró que el país continuará trabajando con Estados Unidos para abordar temas de interés común. “Tenemos fe en el diálogo y en la política como un instrumento para evitar una confrontación costosa e innecesaria. Creemos que nuestros países pueden llegar a un acuerdo sobre cómo enfrentar un asunto en el que nuestros enfoques difieren. Nuestra dignidad mexicana se fundamenta en varios pilares y el actuar a partir de principios profundamente arraigados con un límite claro a lo que se puede negociar es uno de ellos”.