Renuncia del director del IMSS abre grieta en la 4T

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El Economista

Ciudad de México. “Algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”, se lee en la extensa carta que Germán Martínez Cázares presentó al Consejo Técnico del instituto con la renuncia a su cargo como director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En la misiva aseguró que a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador proclamó el fin del neoliberalismo, las intervenciones de la dependencia federal son de la misma esencia neoliberal: “Ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el cargo que el encargo”.

En ésta, que es la primera renuncia de un funcionario de la Cuarta Transformación, Martínez Cázares acusó que Hacienda busca reformar el reglamento del IMSS para colocar administrativos en los estados desde la dependencia, y así anular a los delegados que el Consejo Técnico del instituto aprobó.

También manifestó que muchos trabajadores del instituto continúan en incertidumbre sin certeza laboral, rezago en infraestructura, ya que no se tienen avances en las obras, así como el pago a proveedores, contratos por vencerse, compras de equipamiento paradas y un abasto de medicamentos garantizado pero precario, “que en algunos lugares pende de un hilo”.

Agregó que ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano, los pasillos se encuentran llenos de pacientes en espera, además de mal trato y retraso en la atención, por lo que se fortalece la atención médica privada; sin embargo, muchas familias no pueden solventar ese gasto.

“No han querido dialogar”

Germán Martínez acusó que los funcionarios de hacienda “no quieren dialogar con el IMSS, quieren imponer”, y ejemplifica cómo el pasado 14 de diciembre presentó un escrito solicitando criterios específicos de control presupuestario, de acuerdo al marco jurídico del IMSS, el cual jamás respondieron.

De igual forma, se presentó a la Secretaría de Hacienda líneas de acción y objetivos para ser incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2014, que “los funcionarios de hacienda simplemente omitieron”.

La carta también hace mención de los litigios a los que se enfrenta el instituto, lo cual puede ocasionar severos daños patrimoniales, por tomar decisiones al margen de la Ley del Seguro Social o con funcionarios sin atribuciones.

Muestra centralización

Para el analista político José Antonio Crespo, la renuncia de Martínez Cázares ratifica la teoría planteada ante la política de centralización administrativa en manos de la Secretaría de Hacienda del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Se está confirmando lo que dijeron los expertos, que fueron descalificados por López Obrador, de que va a haber ineficacia, tardanza, rezagos y desabasto, pero en este caso es en servicios básicos como la salud”.

Explicó que si bien el neoliberalismo se caracteriza por el recorte al gasto público, la nueva política planteó la disminución de gastos superfluos pero “metió tijera a cosas importantes y lo está haciendo desordenadamente y sin planeación”.

Por su parte, Horacio Vives Segl, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dijo que el exdirector del IMSS tenía conocimiento de la nueva política de austeridad, pero se vio rebasado por las presuntas injerencias de hacienda.