Maltrato, la otra cara de la infancia, aborda la obra Niños Chocolate

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Notimex

Ciudad de México. Con todo el coraje que puede despertar en las sociedades civilizadas el maltrato y la explotación infantil, la pieza teatral “Niños chocolate” inició esta tarde temporada en el Teatro Sergio Magaña de esta ciudad, donde dará funciones hasta el 16 de junio.

A partir de una investigación y la dramaturgia de Jaime Chabaud, la dirección escénica de Alberto Lomnitz, y la producción de la Dirección de Teatro UNAM y Mulato Teatro, “Niños chocolate” presenta de manera cruda y clara una realidad amarga que contrasta con el dulce sabor del chocolate.

“Niños chocolate” muestra la otra cara de la infancia, realidad social que duele a quien la conoce. “No es cosa casual, sino el apego a uno de los ejes que rigen la labor de Mulato Teatro, además de hacer visible la afrodescendencia que existe en México”, explicó la directora de esa compañía, Marisol Castillo. En su oportunidad, Castillo, quien también actúa en la obra, expuso que no es una historia de ficción alegre, ni un cuento rosa.

Muestra, de manera clara y realista el maltrato y la explotación laboral infantil que tiene lugar en el Eje Ecuatorial Africano, concretamente, en las plantaciones de cacao ahí asentadas. Mulato Teatro tiene su base en Ticumán, localidad perteneciente a Tlaltizapán, uno de los 36 municipios del Estado de Morelos y desde ahí, llegó “Niños chocolate” con su carga de dolorosa mano esclava infantil.

“¿Qué pasa en esas plantaciones? Ahí llegan niños secuestrados o vendidos, para trabajar de sol a sol”, señaló. La obra muestra el maltrato infantil, tema que no es exclusivo de África, sino que toca a todo el mundo.

“En América Latina, México es un ejemplo de ello, porque en entidades como Chiapas y Oaxaca se vive un altísimo grado de abuso hacia los infantes; ahí, es común la venta y compra de niños a pie de carretera”.

Esta tarde, el público tuvo una experiencia “amarga” al conocer de dónde proviene el chocolate que probablemente desayunó esta mañana, cenará esta noche, o degustará como una golosina que por antonomasia remite al amor y a la dulzura, y que es regalada generalmente con una buena dosis de buena voluntad. Esas manos infantiles se esclavizan en las plantaciones de Costa de Marfil y Ghana, donde se produce aproximadamente 60 por ciento de la producción mundial de cacao.

Son chicos de entre siete y 14 años que son vendidos por sus familias, casi siempre nativas de Togo, Niger, Burkina Faso y Mali. No sólo niños, también niñas. Los personajes son “Fatao”, “Niabba” y “Kuwame”, de siete, nueve y 13 años de edad, respectivamente. Es una obra de teatro familiar, pero no de carácter infantil. Es muy cruda, por eso se recomienda para público de 10 años en adelante, cuando ya entienden la trama, y se les abre una puerta hacia ese tema”.

“Niños chocolate” se estrenó hace dos años en el Foro “Sor Juana Inés de la Cruz” del Centro Cultural Universitario (CCU) en coproducción de Teatro UNAM. Durante los dos meses de temporada, siempre hubo sala llena y los comentarios fueron favorables, de acuerdo con la actriz, maestra y directora escénica. En la obra original de Jaime Chabaud, actúan Marisol Castillo (“Niabba”), Fabrina Melón, Cecilia de los Santos y Ricardo Zárraga (Thomas), acompañados por la música en vivo de Guillermo Siliceo y Eduardo “Lalo jaranas” Castellanos. La dirección es de Alberto Lomnitz, y todos hacen un equipo de primer nivel.