Política en 90: Retos para el fortalecimiento de las Escuelas Normales

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Jorge Oropeza

El avance legislativo de la Nueva Reforma Educativa 2019 muestra – desde la iniciativa constitucional – una intención de fortalecer las Escuelas Normales del país. Sin embargo, es sólo un esfuerzo enunciativo ante los enormes retos existentes.

Con mucha claridad, podemos distinguir cuatro rutas de impulso al Normalismo. La primera tiene que ver con el fortalecimiento didáctico de estudiantes y docentes. Por un lado, tiene que robustecerse la malla curricular en temas específicamente de “didáctica”; esto, para enfatizar en el aula “lo educativo” con “reflexividad”, atendiendo las habilidades socioemocionales. Y es que debemos contar con expertos y expertas en solucionar diversos problemas de aprendizaje en las aulas. Asimismo, es necesario atender esta misma demanda en docentes no normalistas, principalmente quienes se desempeñan en secundarias y bachilleratos, para que se integren a la dinámica transformadora con sólidos argumentos técnico-pedagógicos.

La segunda ruta es la del impulso a la diversificación del Normalismo. Tan sólo en el sistema educativo mexicano existen los niveles Indígena y Especial, espacios de formación de docentes creados para atender grupos poblacionales específicos y empujar la equidad educativa. Aquí los planes de estudio deben revolucionarse y avanzar hacia la especialización. Y una vez con eso hacer a las y los egresados sujetos de excepción para que no medie criterio administrativo ni político superior al específico educativo para enviar a las y los especialistas en lenguas o discapacidad a los planteles en donde realmente se les requiere. Ya no podemos permitir, por ejemplo, que el experto en zapoteco sea adscrito en la Mixteca por un tema de antigüedad.

El tercer camino que se debe reflexionar es el nivel de autonomía de las Normales. Es decir, el Estado debe soltar a estas instituciones para que decidan sobre sus currículas, prioridades pedagógicas y de investigación, gobernanza interna y elecciones de directivos.

Finalmente, la ruta de crear un órgano colegiado como mecanismo de ingreso al sistema educativo tiene que ponerse sobre la mesa. Lo anterior, nos permitiría pasar de una evaluación a un concurso de proyectos, experiencias y conocimientos entre egresados y egresadas.

*Presidente del Colegio de Profesionistas Compartir Conocimiento A.C.